Viernes 29 de mayo. Sonia y su hija, vecinas de un municipio del área metropolitana, visitan Vigo por primera vez desde que se decretó el estado de alarma y aprovechan para pasarse por el Centro Comercial A Laxe. Se dirigen a la tienda de Media Markt, pero cuando se disponen a entrar el responsable de seguridad les impide el acceso. El motivo, que la menor, de 13 años, no lleva mascarilla.
A pesar de informarle su madre de que al padecer parálisis cerebral y un 95% de discapacidad la niña está eximida de la obligación de ponérsela, el guardia insiste en su postura y termina apareciendo la gerente del establecimiento, que también niega el acceso. Una situación que indignó a Sonia, que acabaría denunciando lo ocurrido en las redes sociales tras hacer valer los derechos de la pequeña llamando a la Policía Local y presentando una reclamación en la oficina municipal de Consumo. “Cabreada y humillada. Así es como me siento”, explicaba.
Los agentes que se personaron en el local comercial recordaron a la gerente que la normativa vigente estipula que no se puede obligar a ciertos colectivos a llevar la mascarilla, por lo que finalmente ambas pudieron entrar en la tienda. El enfado, no obstante, no era derivado sólo del hecho en sí sino de las formas, que según Sonia no fueron nada agradables. “Hasta que llegó la Policía Local la ignorancia y el egoísmo de la señora gerente no cesó. El daño ya está hecho, señora gerente. Es de sentido común no ser tan mala persona y egoísta. Gracias a la policía, que le leyó el Real Decreto, mi hija pudo entrar en la tienda con la cabeza bien alta”, expone Sonia.
Pero posiblemente lo peor de todo fue la supuesta solución que llegó a ofrecer la responsable del Media Markt de Vigo. “Nos humilló al decirnos que nos atendería fuera de la tienda, como si mi hija fuera un animal”, critica esta madre.
VIGOÉ se ha puesto en contacto con la tienda de Media Markt en Vigo para conocer su versión de los hechos. Sus representantes han asegurado que “inmediatamente tras el incidente trasladamos nuestras más sinceras disculpas al cliente y hemos recordado los protocolos para evitar que vuelva a suceder un incidente similar”.
Lo cierto es que el confinamiento y las directrices del estado de alarma han causado diversos conflictos en las personas con necesidades especiales a lo largo de los últimos meses. Por ejemplo, durante el confinamiento total, niños con trastorno del espectro autista, que sí podían salir de sus casas, fueron increpados por parte de algunos ciudadanos que desconocían la situación. Estos hechos dieron pie a diversas campañas de concienciación. Ahora, la obligación de llevar mascarillas en espacios cerrados no ha sido ajena a este tipo de problemas.