La batalla que una familia de Vigo está librando ante el Concello y ante el ‘gigante’ urbanístico Barrio do Cura Desarrollo SLU empieza a dar sus frutos.
Tras el derrumbe que hace ya más de 16 meses se produjo en el ámbito de las obras debido al temporal y a las fuertes lluvias registradas el 26 de octubre de 2023, provocando el desprendimiento de una colada de tierras sobre los números 33 y 35 de la calle San Francisco y obligando a sus residentes a desalojar sus viviendas, la familia que vive en el número 33 sigue en un estado de continua desesperación porque, a día de hoy, no se han ejecutado las medidas adecuadas para estabilizar el talud.
Su miedo e inquietud radica en que nadie les asegura que ese episodio no se vuelva a producir y, ahora más que nunca, con los trabajos de la nueva ‘macro’ urbanización residencial de lujo a pleno rendimiento en la parcela delimitada para el desarrollo urbanístico de Barrio do Cura.
Sin embargo, tras múltiples escritos y requerimientos remitidos al Ayuntamiento de Vigo así como tras superar todos los plazos establecidos por vía administrativa, han conseguido un pequeño avance.
Y es que la Gerencia Municipal de Urbanismo acaba de dictar una resolución por la que impone una multa coercitiva a Barrio do Cura Desarrollo SLU por «incumplir» una orden de ejecución de obras para llevar a cabo las medidas de seguridad «urgentes» que se solicitaron tras el suceso, el mismo mes de octubre de 2023, y que fueron reiteradas hasta en tres ocasiones por el departamento municipal de Urbanismo en enero, abril y septiembre del pasado año 2024.
Este reiterado incumplimiento, y las continuas comunicaciones de la familia residente en el número 33 de la calle San Francisco, es lo que ha hecho que Urbanismo de Vigo dicte sentencia imponiendo una «primera multa coercitiva por importe de 2.000 euros» así como la obligación de que la promotora ejecute las obras de seguridad urgentes para garantizar la estabilidad del talud.
De hecho, ya en las resoluciones anteriores, se advertía a la propiedad de la parcela de Barrio do Cura que era procedente la «ejecución forzosa» en caso de incumplimiento matizando que los dictámenes de enero y abril «no fueron recurridos en reposición» mientras que, en el caso del recurso de reposición que interpuso la promotora contra la resolución del mes de septiembre, «fue desestimada» por lo que, como recalca el texto de esta última resolución, «las obras y actuaciones ordenadas son definitivas, firmes y ejecutivas».
Es más, en este sentido, Urbanismo detalla que la multa «no constituye sanción» sino que se trata de una «medida de ejecución forzosa», por lo que será «reiterable e incrementable» hasta que la propiedad «no acredite la ejecución de las obras ordenadas».
Y para más inri le requieren a Barrio do Cura Desarrollo SLU que se «dé cumplimiento» a lo ordenado ya que, en caso contrario, «se continuará con la imposición de nuevas multas coercitivas reiterables» hasta lograr la ejecución obligada en cuantía de 1.000 a 10.000 euros o, en todo caso, «la ejecución subsidiaria por la Administración local por cuenta de los obligados», detalla el texto de la resolución.
Por último, Urbanismo deja claro que este acuerdo de la Gerencia, con fecha 27 de febrero de 2025, «pone fin a la vía administrativa» indicando que se puede interponer recurso potestativo de reposición o, directamente, que se siga la vía del Juzgado Contencioso-Administrativo de Vigo.
Pero sea como sea, ya advierten de que los posibles recursos solamente se podrán fundamentar «únicamente» en el contenido de la multa coercitiva «en cuanto al acto de ejecución forzosa, no del acto administrativo que ejecuta» ya que, como determina, «es firme y ejecutivo a todos los efectos», dejando claro, también, que todo ello «no suspenderá» la ejecución del mismo.
Medidas a ejecutar
El último informe municipal de Urbanismo -de 21 de febrero de 2025- deja bien claro que las medidas «urgentes» que se tienen que llevar a cabo son responsabilidad de la propiedad, es decir, de Barrio do Cura Desarrollo SLU, matizando que tiene que «mantener la edificación en condiciones de seguridad en todo momento y hasta la ejecución de la totalidad de las obras ordenadas».
Es más, añade que, «si procede» debe ejecutar su ampliación «cuando se entienda que no está garantizada la seguridad del propio inmueble, de la vía pública y de los edificios o predios colindantes», resalta. Y además, «sin perjuicio» de que la administración local le pueda requerir «su revisión por motivos de seguridad».
Así, le recuerdan que se debe llevar a cabo la «revisión del estado» en el que se encuentran las medidas de seguridad adoptadas, «comprobando y verificando su eficacia».
En el listado se incluye también la «retirada de piedras y cúmulos de tierra suelta e inestable» que pueda ser retirada empleando «medios y sistemas que no comprometan la estabilidad del talud», e incluyen aquí la retirada de los fragmentos pétreos «que quedaba pendiente».
También les encargan un estudio de las condiciones de estabilidad y seguridad en las que se encuentra actualmente el talud al mismo tiempo que les piden que se realicen «las actuaciones que se consideren necesarias para garantizar la seguridad de las personas y de los edificios y predios próximos mientras no se proceda a la estabilización definitiva», reza el texto.
Por último, señalan la necesidad de retirar la tierra caída «que continúa acumulada en el patio posterior del edificio número 33» -al que todavía no les dejan acceder- así como la realización de los trabajos necesarios para «garantizar la seguridad y poder autorizar» el acceso y uso de dicho patio.
Alegaron no ser los propietarios
Con todo, se trata de una pequeña victoria para Teresa Barreiro y su familia residente en el número 33 de la calle San Francisco, sobre todo por el hecho de que, con esta resolución, se pone sobre la mesa de forma clara la titularidad de la parcela y la obligatoriedad de Barrio do Cura Desarrollo SLU de ser los responsables de ejecutar dichas medidas de seguridad.
De hecho, en el propio informe se reconoce dicha máxima puesto que, a pesar de que los promotores de la ‘macro’ urbanización presentaron un recurso de reposición al respecto alegando que no eran los propietarios del talud, siendo este el motivo por el que justificaban no poder llevar a cabo dichas medidas de seguridad, Urbanismo constata que el 20 de febrero de este año 2025, uno de los arquitectos que firma el proyecto de Barrio do Cura presenta un informe en el que se describen las «opciones que se están a manejar» de cara a la «solución definitiva para conseguir la estabilidad permanente del talud».
Así, este nuevo cambio por parte de la promotora choca con la actitud que tuvieron al presentar dicho recurso de reposición el pasado mes de octubre poniendo el foco en los propietarios de los inmuebles de los números 31, 33 y 35 de la calle San Francisco y esgrimiendo, para ello, las fichas del Pepri Casco Vello. «Se incluye este talud como parte integrante de cada una de estas parcelas», apuntaron en su momento. Sin embargo, en febrero de este año, presentan ante Urbanismo un nuevo informe con «opciones» para solventar el problema y asegurar el talud.
Multa por no cumplir la orden de limpieza
Y este no fue el único recurso que interpusieron ante el Concello de Vigo. También lo hicieron a raíz de la multa impuesta a través del departamento municipal de Sanidad tras las quejas de la familia de San Francisco 33 y debido al «estado de insalubridad» en el que se encuentra su patio trasero así como por la inmensa vegetación y maleza que llega hasta las galerías y ventanas de sus pisos.
Es por ello por lo que Sanidad les dictó una orden de ejecución para que procediesen a la «limpieza y mantenimiento» de la zona girando la actuación sobre la maleza y vegetación existente en el talud, mandato que no llevaron a cabo interponiendo un recurso de reposición alegando, igualmente, no ser los propietarios del mismo.
Aún así, todo parece indicar, habida cuenta del posicionamiento del departamento de Urbanismo, que este recurso también será desestimado, quedando la solución del problema en el tejado de Barrio do Cura Desarrollo SLU para que ejecute las medidas de limpieza así como las obras «urgentes» que garanticen la estabilidad y seguridad del talud y que, como bien recuerda el informe del 21 de febrero de este año firmado por el técnico municipal de Urbanismo, deberán quedar certificadas, y añadiendo que «no haya riesgo para los edificios próximos».