Los vecinos, pertenecientes a la Asamblea de Movementos Sociais de Coia, decidieron el pasado miércoles hacer lo posible para evitar que el buque sea colocado en la glorieta. Este jueves, a primera hora de la mañana, acudieron a la zona y se adentraron en las obras para que las máquinas parasen.
Así fue, los responsables de los trabajos decidieron interrumpir las labores. «Dado o avance que leva isto, decidimos intervir e paralízalo», afirmó Francisco Riveiro, uno de los vecinos que desde primera hora está impidiendo que continúen trabajando las máquinas. «Estaremos aquí ata que aguantemos ou ata que nos deixen», explicó. Tienen previsto celebrar este viernes (19:00 horas) una asamblea en el mismo lugar para decidir las medidas a tomar y no descartan convocar una manifestación en contra de la actuación. En cualquier caso, afirman que harán turnos para seguir concentrados en el lugar e impedir que regresen las máquinas.
Una patrulla de la Policía Local se personó en el lugar y dio aviso al Concello, que ordenó de inmediato que se retirasen los camiones y la pala excavadora de la zona. Además, acudieron varios furgones de la UPR de la Comisaría de Vigo, que no llegaron a intervenir y que se mantuvieron en los alrededores durante toda la mañana.
El concejal de Fomento, David Regades, confirmó poco después que las obras continuarán y relacionó a las personas que bloquean las obras con otras protestas en diferentes zonas de la ciudad. Regades defendió la actuación y explicó que muchos vecinos del barrio «sí quieren» que se instale el barco en la glorieta. «Es de nuevo un movimiento político que quiere acabar con las humanizaciones, ya fracasaron los mismos hace siete años», indicó. «Yo sí soy de Coia, mis padres vivien aquí, fui al colegio aquí y los vecinos de Coia reclaman que el barrio siga avanzando», añadió.
El buque «Bernardo Alfageme» es un pesquero de 23 metros de eslora construido en el año 44 en Barreras con la técnica que se empleaba en la época. Abandonado durante muchos años en el puerto, pasó a manos del Concello en el año 2000 y fue finalmente restaurado.La instalación del barco en la rotonda costará unos 300.000 euros.