Con el apoyo de la Federación de Vecinos Eduardo Chao (Favec), una representación de residentes en Santo Tomé de Freixeiro ha querido así llamar la atención de los representantes municipales. Con la tarta dedicada al mal estado del asfaltado en O Pontillón tuvieron éxito. Así que ahora buscan otro golpe de efecto.
La procesión ha partido del cruce de la calle Pastora y ha recorrido toda el Camino Freixeiro para regresar hasta la entrada al cementerio, que carece paso de peatones. Así, y de una forma irónica, los vecinos han enterrado el tradicional barrio de Freixeiro a pesar de tratarse de una de las parroquias mejor ubicadas de Vigo, en la que se encuentra el Centro Comercial Gran Vía, el museo Liste o el acceso al parque de Castrelos.
“Es una forma de llamar la atención, ya que a través de los cauces oficiales no lo conseguimos. De seguir así, no sólo tendremos un barrio de quinta sino que seremos el estercolero de Vigo”, apostilla la presidenta de la asociación vecinal, Generosa Acosta.
Para la presidenta de la Favec, María Pérez, esta iniciativa es el resultado del hartazgo de los vecinos al sentir que el alcalde no les hace caso. “Conoce perfectamente lo que ocurre porque la asociación ya ha pedido numerosas reuniones con él, han llamado al 010 muchísimas veces y han enviado escritos por registro avisándole de la degradación pero no han obtenido respuesta”, explica Pérez, que ve en este proceder la demostración de que “hay vecinos de primera y vecinos de segunda, la diferencia entre unos y otros está en que hay quien le ríe las gracias y quien prefiere hablar libremente aunque intenten taparle la boca”.