Pese a vivir en pleno centro de Vigo y en el barrio histórico de la ciudad, cuestión que quizá para muchos ciudadanos podría llevar a pensar en ciertas ‘ventajas’ de cara a las administraciones, lo cierto es que los vecinos y vecinas del Casco Vello se encuentran completamente «indignados» y «resignados» ante el gobierno del alcalde, Abel Caballero.
No piden un trato de favor ni privilegios con respecto a otros barrios de la ciudad. Simplemente, que atiendan a sus necesidades y demandas o, al menos, que se les dé algún tipo de respuesta a los escritos y peticiones que han trasladado al gobierno municipal ante el gran problema que tienen en la zona antigua: la falta de servicios y la eliminación de las pocas plazas de aparcamiento que existían para los residentes.
Han pasado ya casi cuatro meses desde que presentaron en el Registro del Concello el documento -acompañado de una recogida de firmas de los afectados- para poder tratar alternativas a este problema pero, a día de hoy, no tienen respuesta. «Ni siquiera se dignan a respondernos», apuntó Daniel Iglesias, presidente de la Asociación Casco Vello Alto.
Las reclamaciones con respecto al aparcamiento no son nuevas. Los residentes del casco histórico llevan años demandando soluciones pero el problema se ha acrecentado con la gran cantidad de familias que se han decantado por formar su vida en la zona vieja gracias a las viviendas rehabilitadas por el Consorcio Casco Vello de Vigo (CCVV) y que, desde el año 2011, llevaron a recuperar y ‘reconquistar’ las principales arterias del Casco Vello Alto con ‘más vida’ y un sinfín de nuevas familias, más de 120 hasta la fecha con más de 30 nuevos niños nacidos en sus edificios recuperados.
Calles Ferrería, San Sebastián, Hortas, Subida ao Castelo, Abeleira Menéndez… son las vías donde se concentran la mayor parte de familias y nuevas viviendas rehabilitadas por el organismo, en el que el Concello de Vigo tiene voz y voto, junto a la Xunta de Galicia.
Un número significativo de pisos que seguirá aumentando y poniéndose en el mercado inmobiliario habida cuenta de las nuevas obras que ya están en marcha y las recién acabadas, que ya están en proceso de selección de nuevos propietarios.
Sin embargo, los servicios necesarios para dar respuesta y acompañar esta nueva vida de la zona histórica no van acompasados por parte de las administraciones. Y en este sentido, el aparcamiento es uno de los más serios y mayores dolores de cabeza acarrea entre los vecinos, hasta el punto de iniciar una recogida de firmas y dirigirse al Concello para intentar buscar alternativas tras las primeras eliminaciones de plazas en el ámbito de la calle Poboadores.
Una iniciativa que, no solo no tuvo contestación por parte del equipo de gobierno local, si no que -en la práctica- se ha visto manifestada estos últimos días con el inicio de las obras de Barrio do Cura.
Y de la peor manera posible para los intereses de los residentes del barrio puesto que, sin aviso previo, los operarios de la UTE adjudicataria de los trabajos comenzaron a vallar el entorno -incluido el cruceiro de la zona alta de la calle Poboadores- poniendo carteles de prohibido aparcar en prácticamente todo el ámbito de la vía de acceso para vehículos y principal lugar de aparcamiento para residentes, donde se contabilizaban unos 50 espacios. A día de hoy, se han eliminado unas 40 plazas para estacionar.
Esta es una de las mayores quejas de los vecinos: eliminar todos los sitios de golpe sin ofrecer una mínima alternativa.
Ante ello, desde la Asociación Casco Vello Alto, se han reunido para seguir dando pasos ante esta situación pero, sobre todo, ante la «falta de respuesta» por parte del Concello. «No hicieron caso a nuestras peticiones», lamentó Daniel Iglesias.
Ya no saben qué tipo de medidas tomar pero los residentes necesitan que, desde el Ayuntamiento se les oiga y les ofrezcan algún tipo de opción viable ante este problema.
«Percibimos resignación porque nuestras demandas caen siempre en saco roto», apunta Iglesias, que señala a la «nula planificación» del Concello a nivel urbanístico y de desarrollo de la ciudad para que no haya alternativas ante dicha problemática.
Con la recogida de firmas y la solicitud de entrevista a Abel Caballero -a finales del mes de junio-, los vecinos planteaban una serie de opciones para poder analizar junto a los técnicos municipales pero la falta de respuesta provoca que se vean entre la espada y la pared.
Aún así, siguen manifestando posibilidades para estudiar, entre las que se encontraría: Ampliar el espacio reservado para residentes a otras calles colindantes, como es el caso de Cachamuíña; negociar precios más económicos para residentes en plazas privadas ‘semisubvencionadas’ u otra de las que consideran que podría ser asumible, con la cooperación municipal, ofrecer espacios en aparcamientos públicos -como el de Praza do Rei- que, para más inri, ofrece una lista de espera «que nunca se mueve». «Podría ser una alternativa», subraya Daniel Iglesias.
Con todo, los vecinos y vecinas del Casco Vello Alto no se quedarán de brazos cruzados ante una situación que quieren pero que, sobre todo, necesitan que se vea solucionada para poder seguir siendo los verdaderos ‘moradores’ y residentes de la zona histórica de la ciudad.