La anunciada reforma de la Avenida de Madrid empieza a dar pasos decididos para convertirse, de una vez, en una realidad. Este proyecto, que se remonta a hace más de un lustro, ha sido objeto de múltiples cambios y aplazamientos. Hasta el punto de caducar el convenio existente entre el Concello de Vigo y el Gobierno de España, por lo que hubo que redactar otro. Pero ese nuevo documento ha sido aprobado este viernes por la junta de gobierno local.
De este modo, la ciudad da su visto bueno, pero el Ministerio de Transportes tiene que hacer lo mismo y ambas partes deben firmarlo para que posteriormente sea publicado en el BOE. También falta por licitar las obras, un procedimiento que durará varios meses debido al importe de la actuación: 16,8 millones de euros.
Así pues, aún quedan unos cuantos trámites que completar pero el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha asegurado este viernes que los trabajos podrán empezar en 2023. Una previsión muy optimista teniendo en cuenta los tiempos burocráticos y que la ciudad suele paralizar sus obras a finales de año debido a la celebración de la Navidad.
Sea como fuere, las labores en esta importante entrada y salida de Vigo durarán al menos dos años. Caballero, por tanto, avisa de que habrá molestias durante 2023, 2024 y 2025. Está previsto acometer la remodelación en dos fases. Aunque inicialmente se había hablado de actuar sobre un margen de la vía y luego sobre el otro, posteriormente se informó de que primero convendría remodelar todo el ancho de la avenida desde la Praza de España “hasta la zona del desvío, un poquito antes, de la estación de buses viniendo desde Vigo”, ya que en las proximidades se construirá una nueva rotonda. Posteriormente, se procedería “hasta el final”, a la altura del seminario.
El convenio aprobado este viernes recoge que la mayor parte del presupuesto será abonado por el Ministerio de Transportes. Concretamente, 11,2 millones del total. El resto (5,6 millones) será sufragado por el Concello de Vigo.
Caballero se ha mostrado “reconocidísimo” con el Gobierno de España, que también pagó el coste de la redacción del proyecto (unos 500.000 euros). Ese documento contempla “integrar la avenida de Madrid plenamente en la ciudad”. Así, este tramo que supone el inicio de la autovía A-55 “se va a convertir en vía urbana” que contará con una “gran medianera” y que estará “bien dotada” de elementos estéticos.
Esta reforma de la Avenida de Madrid llega tras años de anuncios y modificaciones de convenios. No obstante, el alcalde vigués ha recordado que finalmente se quiso esperar para que esta actuación no coincidiera con la instalación de las rampas mecánicas de la Gran Vía y el nuevo túnel de la calle Lepanto.