La mayoría absoluta del Partido Socialista en el pleno del Ayuntamiento de Vigo ha servido para que este jueves la cámara municipal aprobase inicialmente, con el voto en contra de Partido Popular y las abstenciones de Marea de Vigo y BNG, el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
En una sesión extraordinaria en la que abundaron los reproches mutuos entre los representantes del Gobierno local y los miembros de la oposición, fue José María Caride, concejala de Urbanismo, quien se encargó de exponer los pilares básicos de un PXOM cuyo contenido ha ido desgranando paulatinamente en los últimos días el alcalde, Abel Caballero.
Así, Caride señaló que se trata de un documento que planifica un crecimiento equilibrado de la ciudad y que aporta respuestas a las necesidades de sus habitantes hasta el año 2050. Destacó la apuesta que el documento hace por la vivienda protegida, con la construcción de 14.664 unidades, la respuesta que da a las necesidades de la ciudad con el incremento de suelo industrial, la decisión de multiplicar por más de dos las zonas verdes o la capacidad del documento para resolver problemas históricos y anticiparse a problemas que están apareciendo en materia viaria, a la que se dedicarán 253 millones de euros.
Caride señaló que la “Xunta da la espalda” al problema que tienen Vigo con la vivienda y que será el Ayuntamiento quien le dé solución, por eso el PGOM es ambicioso superando con creces el mínimo de vivienda protegida que marca la ley, de un 18 por ciento de la vivienda construida, para superar el 30 por ciento.
Respecto a las zonas verdes, Caride señaló que la ratio actual en la ciudad es de 5,2 metros cuadrados por habitante, y que la propuesta es pasar a 10,24 metros respecto a la población que se calcula tendrá la ciudad en 2050, lo que implicaría pasar de los seis parques actuales con más de 50.000 metros cuadrados a 14, entre otras actuaciones.
Anticipándose a los reproches de la oposición, la concejala de Urbanismo no dudó en señalar que el documento que se aprobó hoy “incorpora distintas sensibilidades, opiniones o sugerencias para mejorar el bienestar de la ciudad” por lo que ha dicho que es un ejemplo de participación de la ciudadanía y que lo será más a partir de ahora.
Caride explicó que para su elaboración se mantuvieron reuniones con asociaciones vecinales, comunidades de montes, asociaciones culturales, comisiones de fiestas, asociaciones de empresarios y comerciantes y colegios profesionales.
También que se facilitó el acceso a la información del borrador del documento en la web de la Gerencia de Urbanismo y que se implantó un sistema de participación ciudadana con un buzón de sugerencias que estuvo abierto 14 meses, lo que permitió recoger 651 aportaciones que fueron estudiadas y evaluadas por el equipo redactor, de las que más del 80 por ciento fueron incorporadas total o parcialmente al documento.
Críticas de la oposición
Todo ello no impidió las críticas de la oposición, que volvió a significar que se trata de un documento elaborado a espaldas de la ciudadanía. “Las condiciones en que se va a probar el documento son el reflejo de la falta de democracia de este gobierno”, ha dicho el portavoz de los ‘populares’, Alfonso Marnotes, quien ha afeado al Gobierno local que el pleno se haya celebrado con los concejales presentes de manera telemática y sin público.
Marnotes ha augurado que el documento nunca saldrá adelante porque es “impropio de una organización democrática” y de una ciudad como Vigo. Según el PP, se trata de “una chapuza de plan general, con ordenanzas copiadas de otros ayuntamientos, que va a paralizar la ciudad durante años, que es impreciso, que deja todo un desarrollo posterior, que probablemente vaya a traer problemas de discrepancias entre particulares e impugnaciones y que va a disparar el precio de la vivienda”.
Por todo ello los cuatro ediles populares han votado en contra: “No queremos este plan para Vigo, este no es el plan que necesita la ciudad, y la ciudad no merece ni un plan tan poco trabajado y tan anunciado, ni tan poca información ni un pleno de estas características”, ha resumido.
Marea y BNG han optado por la abstención, pero ninguno de sus portavoces ha ahorrado críticas al modo en que se ha elaborado el documento aprobado hoy. “Estamos aprobando un PXOM, por primera vez en la historia democrática de Vigo, a espaldas de la ciudad”, ha criticado el portavoz de Marea, Rubén Pérez, quien ha señalado que “lo rigurosamente cierto es que hay muchos vecinos que se están enterando ahora de que estamos aprobando ahora el plan, y eso no es normal en ninguna ciudad civilizada”.
Pérez ha criticado que el documento es una «oportunidad perdida de hacer un Vigo mediambientalmente sostenible y que lucha contra el cambio climático”, lo cual no se consigue a base de “parques con cuatro árboles”, sino con “grandes masas de bosques urbanos”, como están haciendo otras ciudades europeas que se anticipan a lo que va a venir.
También ha lamentado por irreales las prospecciones sobre el crecimiento poblacional de la ciudad y se ha preguntado por qué los PERI que aparecían en el borrador que los grupos recibieron hace semanas hayan desaparecido del documento final.
Por último, ha pedido al Gobierno que saque “el plan a la calle” y que explique “la metodología que se quiere seguir en el proceso de participación” antes de afearle que apruebe el PGOM con el único apoyo de un partido, “lo cual es bastante preocupantes porque sin consenso, el urbanismo será siempre un urbanismo fracasado”.
Finalmente, el portavoz del BNG, Xabier Igrexas, ha dicho que se trata de “planeamiento elaborado por la total falta de transparencia y participación, evidenciado en el hecho de que en pleno confinamiento decidiesen tramitar el borrador del documento”. Para Igrexas el PGOM se ha elaborado de una forma “anómala”, como lo es el hecho de que haya sido aprobado “por primera vez en la historia de la ciudad con los votos sólo de una formación”.
“Los vigueses no les dieron cheque en blanco para este monólogo”, ha dicho Igrexas, quien ha criticado la “propaganda” del Gobierno, con la que “pretende deslumbrar a la opinión pública” ante un plan que, asegura, tiene “grandes sombras”.
Antes de la votación final ha intervenido el alcalde, quien ha señalado que este documento “por primera vez trata de resolver los principales problemas de ciudad” y que su principal característica es la seguridad jurídica para garantizar que se resuelven, entre otros, los problemas de vivienda que tiene Vigo. “Consideramos que estamos ante un buen plan que va a ser mejorado porque ahora empieza un diálogo más intenso con la sociedad”, ha dicho Caballero.