La calle Hernán Cortés y su entorno están un poco más cerca de ver cómo se hace realidad la reordenación urbana que permitirá ganar en esta zona de Vigo una plaza pública de 817 metros cuadrados y 63 nuevas viviendas. El Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra ha publicado este lunes la aprobación definitiva del estudio de detalle de la unidad de actuación de Hernán Cortes, que permitirá reordenar la zona y convertirla en semipeatonal.
El proyecto, detrás del cual se encuentra la empresa viguesa Meifus Inbest SL, incidirá en la confluencia la citada calle con María Berdiales y Doutor Colmeiro Laforet, cerca de la escuela infantil. Ahí se prevé derribar los edificios existentes, mayoritariamente en mal estado, y levantar otros nuevos con un máximo de 8 alturas.
De hecho, en esta zona echó el cierre recientemente una de las tabernas más populares entre el celtismo, la Rikitrí, que daba cobijo a la peña del mismo nombre. Todo esto no quiere decir, no obstante, que las obras sean inmediatas. Todavía les queda “tramitación administrativa” por completar, un proceso avanza de forma “lenta”, tal y como apuntó el alcalde de Vigo, Abel Caballero. Sirva como ejemplo que el pleno de la Corporación Municipal dio el visto bueno a este mismo documento en febrero de 2022.
El regidor local celebró que esta reparcelación de los espacios públicos se vaya a producir sin que le cueste nada al Concello de Vigo. La ciudad ganará así espacio en un lugar estrecho que, además, verá como inmuebles “prácticamente en ruina y deshabitados” –con una antigüedad superior a los cien años- son sustituidos por dos bloques de vivienda nueva. En total, se va a actuar sobre 1.780 metros cuadrados para establecer una racionalidad urbanística.
Otro de los objetivos, según el expediente tramitado por la Gerencia de Urbanismo, pasa por optimizar el uso residencial de la zona con nuevas y mejores viviendas. Además de mejorar la conexión peatonal con las calles Ecuador y Simón Bolívar y otorgar una mayor calidad urbanística al ámbito.
Por el momento, no se conocen plazos concretos para desarrollar la obra, que avanza a caballo entre la iniciativa privada y la necesaria tramitación administrativa.