El Concello de Vigo no introducirá más restricciones para reducir el consumo de agua después de que la Xunta de Galicia declarara la alerta por sequía en parte de la ciudad, en Nigrán y en Baiona ante la situación de la presa de Zamáns. El alcalde, Abel Caballero, sostuvo este lunes que “menos una, ya están tomadas todas” las medidas de ahorro. Esa única medida pasaría por “parar” las purgas de tuberías, cuya aportación sería “prácticamente insignificante”.
El regidor vigués rechazó la necesidad de implantar cortes de suministro a los hogares, a la industria o para el riego en parques y jardines. Por el contrario, pidió la reducción del caudal hidrológico en la presa de Eiras para garantizar más días de agua en caso de que la lluvia que caiga en las próximas fechas sea escasa. A corto plazo, solo se prevén precipitaciones para este jueves, y serán de carácter débil. Augas de Galicia publicará este martes el boletín semanal con el estado de ocupación de los embalses.
Caballero también se quejó este lunes de que la declaración de alerta de sequía en Zamáns y de prealerta en los ríos Verdugo y Oitavén no haya sido notificada al Ayuntamiento. El alcalde recordó que ya había solicitado en su día la reducción del caudal en la presa situada en Vigo, porque ello permitiría ahora disponer de más días de agua para una parte de Vigo, Nigrán y Baiona. “Ya sabíamos que íbamos a entrar en esta situación”, aseveró.
Por otro lado, el Concello sigue a la espera de recibir el permiso de la Xunta para destinar el agua saliente de la depuradora “para usos que no tienen que ver con las personas”. La autorización todavía no ha llegado pero, según aclaró el alcalde, “esta vez no es por mala fe” sino porque se está supervisando que confluyen todas las “garantías de sanidad”.
La Oficina Técnica de la Sequía celebrada el pasado viernes decidió aplicar las medidas equivalentes a la situación de alerta por escasez de agua en los sistemas de Zamáns y Baíña, que abastecen a los ayuntamientos de Nigrán, Baiona y a una parte de Vigo. Asimismo, también amplió la prealerta por escasez de agua al sistema de explotación del río Verdugo, ría de Vigo y de Baiona; y al sistema de la Costa de Pontevedra.
En la reunión se constató que los caudales circulantes continúan en valores inferiores habituales para esta época del año, un 30% por debajo de la media de los últimos diez años, observándose un pico muy puntual debido a las lluvias inscritas entre el 12 y el 15 de septiembre. Sin embargo, se registra una pequeña mejora en relación a la última valoración de principios de septiembre, donde los caudales estaban un 32% por debajo del promedio de los últimos diez años.