El Concello de Vigo anunció hace dos meses los cuatro ámbitos que quería declarar como zonas de bajas emisiones (ZBE) para cumplir con el mandato de reducir la huella de CO2 en la atmósfera. Pero a pesar de existir un diseño claro, Abel Caballero ha puntualizado este miércoles que todavía se debe elaborar la ordenanza que regule por escrito y de manera oficial su funcionamiento. Y para ello, el alcalde asegura que buscará un “gran consenso social”.
Para ello, ha prometido que establecerá un “diálogo intenso” con la ciudad y “a partir de ahí tomaremos las decisiones”. Aunque no ha especificado con qué colectivos tiene pensado contactar, ha recordado que una ordenanza requiere de varios meses de tramitación y todavía queda camino por recorrer en este sentido. Así, puntualizó ahora que las cuatro áreas anunciadas representan una “delimitación inicial”.
Del mismo modo, apeló a dar importancia a la “conciencia ciudadana” y no a “la parte sancionadora”. “A mí no me gusta sancionar”, alegó. Por ello, comprometió su empeño en evitar que la creación de zonas de bajas emisiones en Vigo “se conviertan en un ámbito de sanción”.
El Concello de Vigo desveló en septiembre su plan para implantar las ZBE, que establecerán limitaciones de acceso a los vehículos que más contaminen. Caballero informó de la creación de cuatro áreas delimitadas. Además de la esperada en el centro, habría una en el barrio de Bouzas, otra en O Calvario y otra en el entorno de la Praza de Portugal. En total, suman unas 67 hectáreas.
La primera de ellas comprendería el perímetro que conforman las calles Cánovas de Castillo, García Olloqui, Praza de Compostela, Colón, Urzaiz, Magallanes, Gil, Ronda Don Bosco, Paseo de Granada, Cachamuíña, Falperra, Pi y Margall, Santa Marta, Gaitero Ricardo Portela y O Berbés (400.000 m²) .
La segunda abarcaría la zona que delimitan las calles Uruguay, República Argentina, Cervantes, Urzaiz, Lepanto y Alfonso XIII (37.800 m²).
La tercera, en Bouzas, estaría perimetrada por las calles Paz Andrade, Eduardo Cabello, Simancas, Camilo Veiga y Avenida Atlántida (170.000 m²).
Por último, se restringiría el acceso del tráfico rodado entre las calles Jenaro de la Fuente, Urzaiz y Gregorio Espino (64.000 m²).
La entrada y salida a estas zonas de bajas emisiones en Vigo estarán controladas, al igual que sucede en otras ciudades españolas, por cámaras que se valen de última tecnología para leer matrículas y comprobar si los vehículos pueden acceder o no a las ZBE.
De cara a instalar estos dispositivos y la red necesaria, Vigo solicitó una subvención de 4 millones de euros al Gobierno de España, que ha creado un programa de ayudas a fondo perdido para implantar estas zonas de bajas emisiones en los municipios. El coste total de su puesta en marcha en la ciudad asciende a 5,5 millones.
Caballero calcula que estas zonas estarán “aprobadas y en funcionamiento” a lo largo de 2023. La fecha concreta dependerá del “tiempo que tardemos en la licitación de los medios técnicos” y su contratación. En todo caso, la limitación de acceso no tendría que ser durante las 24 horas del día, sino que podría darse durante una franja determinada de lunes a viernes.
Obligación legal
La creación de las ZBE responde a mandatos de las autoridades europeas y españolas y contemplan un régimen sancionador. Cada vehículo tiene una catalogación según su grado de contaminación, que se puede consultar en la web de la DGT. Estas etiquetas resultan fundamentales porque son las que se otorgan para determinar si se puede o no entrar en las ZBE. Hay cinco categorías según las emisiones:
- Sin etiqueta: vehículos de gasolina matriculados antes de 2001 y de diésel anteriores al 2006.
- Etiqueta B (amarilla): coches de gasolina matriculados después de 2001 que cumplen con la norma Euro III y vehículos diésel matriculados después de 2006 que cumplen con las normas Euro IV y V.
- Etiqueta C (verde): coches de gasolina que cumplen con la norma Euro IV y que están matriculados después de 2006 y coches diésel que se matricularon después de 2015 y que cumplen con Euro IV y V.
- Etiqueta ECO (azul y verde): todos los vehículos híbridos (gasolina o diésel y eléctricos) que sean enchufables con autonomía eléctrica menor a 40 kilómetros por hora. Los impulsados por gas natural, comprimido o licuado del petróleo y que cumplan con las normas de la etiqueta C.
- Etiqueta Cero Emisiones (azul): los vehículos electrificados que tengan una autonomía superior a 40 kilómetros por hora, sean eléctricos, híbridos o eléctricos con autonomía extendida.