Sabedor del alto número de personas que congrega el acto de encendido de la Navidad, el Concello de Vigo ha elaborado un “plan de autoprotección” que prevendrá las aglomeraciones. Con los positivos de Covid-19 al alza, desde Praza do Rei se han establecido una serie de “normas” que serán de obligado cumplimiento para asistir al evento. También se activarán algunas a lo largo de las fiestas.
La más importante de cara a la celebración de este sábado, 20 de noviembre, pasa por la división de la ‘zona cero’ del alumbrado navideño –entre el árbol gigante y el muñeco de nieve- en siete sectores, que estarán pertinentemente vallados. Cada uno de ellos contará con un aforo para 500 personas, por lo que no podrá haber más de 3.500 a la vez. Para controlar el flujo, se desplegará personal de información que orientará a los asistentes. Además, habrá un operativo formado por la Policía Local, Protección Civil, Urxencias Sanitarias y los bomberos de Vigo. Igualmente, la megafonía instalada irá dando instrucciones.
Tres de esos sectores estarán ubicados en la calle Policarpo Sanz –uno en el área próxima al árbol, otro hacia Velázquez Moreno y otro en medio de ambos-. Entre Velázquez Moreno y Colón habrá otros dos sectores, al igual que entre Colón y la calle Pontevedra. “Habrá gente contando y cuando entren 500 personas en una cuadrícula ya no podrán acceder más”, explicó este miércoles el alcalde de Vigo, Abel Caballero. No se podrá reservar plaza; el espacio existente se ocupará por orden de llegada.
Esos perímetros se levantarán una vez que acabe el acto en sí. En ese momento, cualquiera podrá acceder a esa ‘zona cero’. No obstante, se establecen itinerarios de acceso para llegar al árbol –que el año pasado no fue visitable- y salir de él. Estarán señalizados, pero Caballero ha avanzado que será preciso entrar a través de las calles Colón, García Barbón o Velázquez Moreno para intentar generar sentidos únicos de circulación. “No se podrá entrar por ninguna otra zona”, advirtió.
Una vez que se haya visitado el árbol, solo se podrá abandonar la zona por detrás del abeto gigante hacia la Porta do Sol y en sentido descendente, hacia la Praza de Compostela. En todo caso, el alcalde reiteró que habrá gente contratada por el Concello de Vigo para “ordenar” el ir y venir de personas.
Para facilitar la elaboración de este plan de autoprotección, solo se instalará una pantalla gigante para seguir el acto en la calle. Estará situada “a mitad de recorrido entre el árbol y la calle Pontevedra” para que “los que estén al fondo” puedan seguir el evento.
Durante el resto de los días, se crearán “pasillos” de unos cinco metros de ancho en la Porta do Sol para que esta zona, donde se paralizarán las obras, sea “más accesible” y tenga “más comunicabilidad”. Asimismo, habrá un puesto de socorro permanente en la Praza da Princesa, un botiquín portátil “al lado del árbol” y una ambulancia durante “los días de más afluencia”.
Caballero también adelantó que, como es habitual, una “parte importante de la ciudad” será peatonalizada para ganar espacio en los días de más afluencia de gente en el centro. El Concello prevé “problemas” de tráfico en la entrada a Vigo y por ello dará a conocer un plan especial de tráfico en los próximos días.