El ‘motosharing’ o alquiler de motos eléctricas por minutos y horas aterrizó en Vigo hace ya seis meses -en pleno mes de agosto de 2024- de la mano del emprendedor y vecino vigués, Ricardo Rodríguez.
Su amplia experiencia en el sector del motor y la automoción, su «pasión por las dos ruedas» y sus ganas de «dar un giro» a su trayectoria laboral es lo que le llevó a poner en marcha ‘Motiños‘, una innovadora alternativa de movilidad sostenible -que triunfa en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia- para desplazarse a diario por el centro de Vigo de forma ecológica, cómoda, rápida, segura y, además, económica.
Y seis meses después de la puesta en marcha del proyecto empresarial, ya puede decir «con orgullo» que la iniciativa ha sido todo un éxito. Como bien explica Ricardo, a día de hoy, unas 5.000 personas ya se han descargado la aplicación (app) con la que se pueden usar las ‘motiños’ compartidas que ya inundan muchas de las calles viguesas. Es más, es muy habitual verlas aparcadas en el Paseo de Alfonso o en la zona de A Laxe formando ya parte del paisaje urbano vigués.
Además, cuenta que «cada día se registran nuevos usuarios» y que, actualmente, tienen por toda la ciudad un total de 50 ciclomotores eléctricos a disposición de los vecinos y vecinas de Vigo que quieran sumarse a este nuevo «movimiento» y modo de transporte sostenible «a dos ruedas».
Pero no se queda ahí ya que el éxito alcanzado en estos meses ha hecho que las previsiones de su flota podrían llegar a aumentar «en los próximos años» pero, sobre todo, aumentar el mapa y ampliar las «zonas verdes» donde se pueden llegar a finalizar los recorridos en moto.
De hecho, ya avanza que para esta nueva temporada estival -cuando se cumpla un año de su puesta en marcha-, la zona de playas estará incluida. «Tenemos previsto ampliar la zonas de finalización de viaje para añadir Samil y O Vao», asegura Ricardo, ofreciendo así un nuevo servicio de transporte a las playas que será muy bien recibido por los vigueses que quieran desplazarse hasta los principales arenales vigueses.
De este modo, se ofrece una gran alternativa al transporte público o privado en coche particular habida cuenta de las grandes concentraciones de viajeros en horas punta en el bus urbano de Vitrasa así como por las dificultades de aparcamiento que, cada año más, se sufren en el entorno de las playas de Vigo.
Las «zonas verdes» donde alquilar las ‘motiños’
Las «zonas verdes» o de cobertura donde se pueden recoger o dejar las motos para alquilar se establecen en el «mapa» que ofrece la app. Abarca un terreno muy amplio del término municipal vigués aunque, sobre todo, se concentran en la zona centro.
Este «mapa» marca los lugares donde te puedes encontrar aparcada una de las ‘motiños’ disponible para alquilar y los sitios donde se tiene que finalizar el viaje y dejarla una vez se acabe el desplazamiento. Pero como bien apuntan desde la empresa, por el resto de las zonas de la ciudad -excepto autopista o autovía- se puede circular sin problema o, incluso, aparcar «momentáneamente» dejando la moto «en modo Pausa», esto es, «queda apagada pero no disponible para el resto de usuarios», matiza Ricardo.
Así, el ámbito que abarca va desde el entorno de Travesía de Vigo hasta Balaídos ofreciendo también «islas» en Navia o en Bouzas. En un inicio, también existía un espacio similar en el hospital Álvaro Cunqueiro pero el poco uso que tenía les llevó a prescindir de ella. «La eliminamos hace unos meses porque apenas tenía uso», reconoce. Sin embargo, Ricardo apunta que el mapa de los viajes de finalización «es algo vivo. Vamos modificándolo en función de los usos, peticiones o necesidades», señala, no descartando que «en un futuro» se pueda volver a establecer el hospital como zona verde, del mismo modo que, este verano, harán con el entorno de las playas de Samil y O Vao.
Funcionamiento y tarifas
Con todo, el uso de ‘Motiños’ es muy fácil. Además, a través de su web y de sus propias redes sociales, generan contenido para explicar con todo detalle el funcionamiento del servicio y ofrecer las mejores ventajas a sus usuarios pero, sobre todo, para que no tengan problemas una vez se pongan en marcha con las motos eléctricas de alquiler.
De hecho, simplemente hay que descargase la app y registrarse. En menos de 24 horas validan la cuenta y ya se puede empezar a usar el servicio de alquiler de motos eléctricas compartidas.
¿Y cómo? Pues de forma muy sencilla: se abre la app, se localiza en el mapa la ‘motiño’ más cercana y se reserva. Dejan 15 minutos para llegar hasta el lugar donde está aparcada la moto y, en cuanto estés al lado del ciclomotor, «la enciendes desde la app y se abre el baúl, donde tienes dos cascos disponibles», detalla Ricardo.
Tras ello, y una vez llegues al destino para el que se ha alquilado la moto, se debe «estacionar correctamente dentro de las zonas habilitadas para tal fin, guardar los cascos en el baúl y, por último, apagar la moto, siguiendo los pasos que te indica la app», relata el joven emprendedor.
Y es ahí, en ese momento, cuando se realiza el cobro por los minutos que se ha usado la ‘motiño’, recibiendo una factura en el correo electrónico.
Y en cuanto a las tarifas, son muy variables «adaptándose» a las necesidades de los usuarios. De hecho, cuentan con un plan de ahorro desde 0,25 euros/minuto a los 0,33 euros/minuto por la tarifa base siendo de 0,11 euros/minuto el precio del modo Pausa.
«Se valora como algo positivo»
La trayectoria de Ricardo Rodríguez en este ámbito no es baladí. Y el éxito que está cosechando en tan solo seis meses de funcionamiento de su empresa, tampoco.
Y es que todo lo que aprendió sobre el mundo del motor y esa «pasión» que esgrime «por las dos ruedas» le viene de familia. De hecho, su padre tenía un taller de motos en Valdeorras, unido a su formación en mecánica de automoción y su «larga trayectoria como ciclista amateur» ha sido la combinación perfecta para que Vigo cuente con este servicio de motos eléctricas compartidas y de alquiler para ofrecer una alternativa en los desplazamientos diarios de los vigueses.
Sin embargo, la iniciativa ya viene de A Coruña, donde ‘Motiños’ existe desde el año 2020, pero Ricardo supo ver el potencial de implantarlo en una ciudad «de cuestas» como es Vigo.
«Un día se me ocurrió que si en A Coruña funcionaba tan bien el ‘motosharing’, en una ciudad como Vigo, bien conocida por sus cuestas, era la candidata perfecta para implantar este innovador servicio, ya que mejoraría notablemente los desplazamientos y el estacionamiento en un núcleo urbano bastante congestionado», explica a VIGOÉ.
Y todo ello, además, «de forma sostenible y a un precio asequible», subraya. Su objetivo pasaba por «colocar» a la ciudad olívica «a la altura de grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia», considera. Y sigue: «La misión de ‘Motiños Vigo’ es entender las particularidades de una ciudad como Vigo y aportar una solución al problema de movilidad en el centro, siguiendo la tendencia europea actual de reducción de emisiones contaminantes en los núcleos urbanos», relata para mostrar a continuación la «satisfacción» que le produce «a nivel personal» seguir creciendo y «enriqueciendo» su proyecto empresarial con las «impresiones, sugerencias y avisos» de los usuarios que les llegan a través del teléfono, del Whatsapp o de las redes sociales.
«Siempre los tenemos muy en cuenta porque nos ayudan a mejorar el servicio«, señala. Además, y como bien reconoce, «suponen un claro indicador de que el proyecto se valora como algo positivo para nuestra ciudad», cuenta Ricardo que, en muchas ocasiones, la gente se le acerca cuando está en la calle trabajando con las ‘motiños’.
«Se me acerca gente de todas las edades mostrando curiosidad por cómo funciona el servicio o para comentarme sus impresiones como usuarios. No puedo estar más agradecido por la buena acogida que mi proyecto ha tenido en Vigo», concluye.