El Concello de Vigo pondrá fin al mal estado de la calle Callao, una vía sin salida que discurre por detrás de las Torres Ifer, en paralelo a García Barbón, y que suele verse afectada por los socavones, el barro y las dificultades para transitar. Se trata de unos terrenos propiedad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que ahora serán cedidos al Ayuntamiento para su reforma.
La Gerencia de Urbanismo tramitó este martes la incoación del expediente para aprobar de forma inicial el convenio patrimonial y urbanístico entre ambas partes. Ese acuerdo propiciará que ADIF ceda una parcela en la calle Serafín Avendaño, otra en la propia calle Callao y otra en Canadelo Baixo. Por su parte, Vigo compensará al organismo estatal mediante una permuta en la que se incluye una parcela en la calle Aragón.
El Concello de Vigo se hace con este espacio entre las Torres Ifer y la autopista AP-9 para que deje de ser una “bazofia”. Así lo ha definido este martes el alcalde, Abel Caballero, que acusó de su estado a la herencia recibida. “Este es el Vigo que heredamos”, ha lamentado tras casi 15 años de mandato. En todo caso, el Gobierno local remodelará la zona para poner fin a esta “calle que no es calle” para abrir una vía “digna” y “ancha”, de unos 400 metros de largo, que permita unir la zona de García Barbón e Isaac Peral tras pasar por Serafín Avendaño -donde estará el ascensor HALO-, continuar por Callao y seguir por Canadelo Baixo.
Abel Caballero destacó que el convenio “tiene un valor enorme porque nos permite conectar gente que vive desconectada” y dar salida a una calle que actualmente no la tiene. Además, se quejó de que, en este momento, debido a su estado, las ambulancias sufren serios problemas para acceder a unas viviendas situadas “en el centro de Vigo”.
Tras la aprobación de este martes, la propuesta de convenio será sometida a información pública durante un mes. Con las alegaciones presentadas, se elaborará una propuesta definitiva del documento, que deberá ser ratificada por el Consello da Xerencia de Urbanismo en los quince días siguientes a la notificación de la aprobación del texto definitivo por las administraciones interesadas. El Gobierno municipal, mientras, está redactando el borrador para acometer la humanización del entorno.