El Concello de Vigo inició al fin la remodelación de la Praza da Estación y de la Baixada á Estación, cuyo comienza arrastra ya un importante retraso y recientemente había sido anunciado para hace diez días. Las obras tendrán una duración teórica de seis meses y cuentan con un presupuesto de 1,9 millones. Como es sabido, la actuación incluye la reconstrucción de la fachada de piedra de la antigua terminal ferroviaria, inaugurada a finales del siglo XIX.
De esta manera, Vigo sigue dando pasos para la transformación integral la estación de Urzaiz y todo su entorno. El alcalde, Abel Caballero, colocó la primera piedra de la reforma y destacó que éste es “uno de los grandes trabajos que estamos haciendo” en la ciudad. El diseño reordena los espacios para dar acceso peatonal y rodado a la futura terminal de autobuses, al centro comercial Vialia y a la estación de tren. Además, adapta la rotonda de unión de Alfonso XIII (donde ya ha desaparecido el paso elevado) y Lepanto (donde saldrá el túnel de acceso a la autopista).
En la Baixada á Estación, la obra renovará la jardinería, el mobiliario urbano, la iluminación y las canalizaciones. Igualmente, se ensancharán las aceras y se sustituirán los escalones por una rampa que conectará con la plaza. En la propia Praza da Estación, se colocarán luminarias, bancos, jardineras, una red de riego, una pérgola metálica con techo acristalado en la parada de taxis y un espacio ajardinado cerca del muro de contención de la Baixada a la Estación.
El alcalde ha recordado que la obra recuperará la fachada de piedra de la antigua estación de ferrocarril, inaugurada en 1881 y que será reconstruida contra el muro que da a Urzaiz: “Parte de nuestra acción es recuperar la Historia de la ciudad”, destacó. La plaza acogerá también un ascensor entre Urzaiz y Vía Norte, en el lugar que hasta ahora ocupaba la escalera, al que el Concello dedicará más de 400.000 euros.
Abel Caballero también se refirió a la balaustrada de hierro que separaba a Lepanto de Alfonso XIII. A este respecto, defendió que no estaba catalogada y reconoció que no existía ningún tipo de mantenimiento, lo cual había provocado que se encontrara “bastante deteriorada”. Una vez retirada de este lugar, el alcalde explicó que está guardada y “la reharemos, buscaremos un uso decorativo y aparecerá en algún lugar de la ciudad, probablemente antes de lo que muchos imaginan”.