Las obras de soterramiento del tráfico en el centro de Vigo continúan. Aunque el entorno de la Porta do Sol atraviesa una especie de letargo que solo se ve levemente alterado por el lento avance de la peatonalización de la calle Elduayen, el alcalde, Abel Caballero, mantiene su intención de prolongar el túnel hasta el Barrio do Cura y Torrecedeira. Y, para avanzar en esa dirección, la junta de gobierno local ha aprobado este viernes la licitación del proyecto para ampliar esa conexión subterránea.
El contrato sale a concurso público por 288.000 euros. La empresa que resulte adjudicataria tendrá que guiar al Concello de Vigo con las obras que se prevén acometer para alargar el túnel actual, que sigue sin poder usarse. “Que nos diga por dónde lo tenemos que llevar y de qué forma salvamos la muralla”, ha explicado el regidor local en unas declaraciones grabadas y enviadas a los medios de comunicación.
Una vez terminada la redacción del proyecto, el Ayuntamiento lo enviará al departamento autonómico de Patrimonio para conocer “las cautelas arqueológicas” que se deban tener en cuenta. Posteriormente, se completarán los diferentes trámites administrativos –aprobación del documento, licitación y adjudicación de la obra- hasta comenzar los trabajos sobre el terreno. Un largo camino, pues, el que queda aún por recorrer. “Seguimos adelante”, ha sentenciado en todo caso Caballero.
Ese proyecto también deberá especificar cuánto dinero hará falta para ejecutar este “nuevo vial” subterráneo. Igualmente, esbozará un plazo para terminar la prolongación de un túnel que se empezó a construir en enero de 2020. Por tanto, dentro de aproximadamente un mes y medio se cumplirán cuatro años desde que comenzaron los trabajos en la Porta do Sol.
La licitación de este proyecto era un paso que se llevaba esperando mucho tiempo. El Concello de Vigo ya dejó claro en el pasado su deseo de prolongar el túnel, pero la presencia de la antigua muralla condiciona la actuación. También se hallaron otros restos arqueológicos en la zona, pero se han podido tapar porque los expertos no les han concedido relevancia suficiente.
Además, fue preciso intervenir en un tramo de uno de los márgenes de la calle Elduayen. Dado que ya no habrás bocas de entrada y salida en Elduayen y el Paseo de Alfonso XII, hubo que cambiar el micropilotado previsto llevándolo a los extremos para que esa zona siga siendo parte del propio túnel. Este fue uno de los motivos que obligaron a aprobar un sobrecoste de 3,2 millones de euros en marzo de 2023.
Propuesta de Penela
Además, en 2022 salió a la luz una propuesta del reconocido arquitecto Alfonso Penela para que el paso subterráneo creciera hasta los 555 metros de longitud. Esa idea planteaba también dividir el trazado en tres partes y humanizar la parte superior de la vía reubicando el quiosco que actualmente permanece cerca de la barandilla y que lleva años cerrado. Este establecimiento se reposicionaría en el bulevar, tal y como sucedía en 1943, cuando fue inaugurado.
También se recolocarían elementos emblemáticos como la escultura del dragón, la barandilla del mirador o las lámparas de acero forjado. Quien no sufrirá afectaciones de ningún tipo es el emblemático Olivo. Se trataba de una sugerencia muy detallada que parecía gustar en la Praza do Rei, pero en cualquier caso no era definitiva.