Que el ayuntamiento de Vigo es “un horror” se antoja un hecho con poca discusión entre la ciudadanía. Pero el Concello, gracias a fondos europeos destinados a la rehabilitación de edificios públicos, tiene planes para mejorar su eficiencia y aprovechar la actuación para retocar la estética del inmueble. No cambiará su estructura pero sí, por ejemplo, su “envoltorio” y a ello contribuirán los 3 millones que acaba de conceder el Gobierno de España a su proyecto para reformar la “horrible” torre de la casa consistorial.
Esa cantidad representa casi dos tercios del coste total de la obra, que asciende a 4,7 millones. El resto del dinero saldrá de las arcas municipales. La partida otorgada debe ser gastada antes de marzo de 2026, por lo que la administración local tiene ante sí un horizonte temporal inamovible para este cometido: prácticamente tres años para que esta renovación estética sea una realidad.
Para ello, el Concello de Vigo lanzará lo antes posible un concurso de ideas al que el alcalde, Abel Caballero, le da “una gran importancia” porque quiere que el proyecto encierre una “orientación arquitectónica internacionalmente reconocida”. “Que nos den una cobertura arquitectónica completamente distinta, de modernidad y brillante en el sentido apreciativo”, detalló este miércoles tras anunciar la decisión del Gobierno de España de enviar a Vigo esos 3 millones de fondos europeos.
El objetivo primario de la remodelación de la torre del ayuntamiento pasa por mejorar su eficiencia energética y su accesibilidad con “soluciones bioclimáticas”, pero se aprovechará para rediseñar los espacios, que deberán gozar de un mayor uso ciudadano. Caballero quiere que “al menos” las tres últimas plantas estén a disposición de las personas ajenas a la plantilla municipal, como asociaciones vecinales que podrán organizar en ellas cualquier evento o acto. Esta zona acoge actualmente la sala de prensa y oficinas de partidos políticos.
Además, el alcalde quiere dotar a la azotea de “un espacio de hostelería” que sirva de reunión para la gente y a la vez suponga un atractivo turístico.
Por tanto, a la postre, se incidirá tanto en el interior como en el exterior, siempre en busca de una propuesta “que sea arquitectónicamente perfecta”. En todo esto jugará un papel destacado el ascensor panorámico proyectado, aunque esta actuación formará parte de una obra diferente que optará a subvenciones de promoción turística.
La tercera pata de la reforma del edificio se encuentra en la parte ‘horizontal’ del inmueble (plantas -1, 0, 1 y 2), que será sometida al mismo proceso que la torre. Esta actuación también se ejecutará en una fase distinta y optará a otras ayudas económicas externas.