El proyecto Vigo Vertical ha crecido tanto en los últimos años que cuesta seguirle la pista a todas las actuaciones realizadas, en marcha o planificadas. Pero el Concello tiene claro el camino a seguir y esa senda avanza a través de elementos de movilidad mecánica, ya sean ascensores o rampas. En total, superan ya la docena y seis de los proyectos existentes optarán a nuevos fondos europeos, como ya sucedió con las cintas de la Gran Vía o el ascensor HALO.
Estas ayudas estarían relacionadas con la creación zonas de bajas emisiones, que además de delimitar áreas de acceso restringido a vehículos contaminantes también contempla la confección de itinerarios peatonales y de mejora de la accesibilidad. En total, si se obtuvieran todas, Vigo percibiría 5,9 millones de euros para sufragar parte de esos seis proyectos que, según Abel Caballero, aportarían “más calidad de vida”.
Tres de ellos prevén la instalación de rampas mecánicas. Una para unir el colegio Losada con Ramón Nieto, que costará 2,2 millones de euros y para la que se piden 1,6 millones. Otra para conectar en subida Ramón Nieto con el centro de salud de Lavadores y el colegio Fonte Oscura, que se presupuesta en 1,8 millones y para la que se solicitan 1,3 millones. Las cintas para ir al centro de salud de Teis, serían las terceras en busca de financiación. Concretamente, en pos de 972.000 euros para cubrir los 1,3 millones estimados.
Por otro lado, Vigo se postulará para recibir 945.000 euros que ayuden a instalar un elevador entre las calles Romil -frente a la calle Feliciano Rolán- y la Avenida da Hispanidade. El coste total asciende a 1,2 millones.
Adicionalmente, se intentará que Europa destine 1,1 millones para una conexión vertical mixta entre Travesía de Vigo y Aragón. Aquí se montará una rampa que a la vez dará continuidad a un ascensor. Ambas actuaciones suman 1,6 millones de presupuesto. La junta de gobierno local adjudicó precisamente este jueves la construcción del elevador.
Zonas de acceso limitado
En total, Vigo solicitará cerca de 10 millones de euros vinculados a las zonas de bajas emisiones. A los 5,9 millones de estos elementos de movilidad mecánica se añaden casi 4 millones más para diseñar las cuatro áreas de entrada limitada para vehículos de combustión y controlar el cumplimiento de la normativa.
Tal y como ha anunciado este jueves Abel Caballero, al amparo de las directrices europeas y estatales se establecerán cuatro ámbitos a los que no podrán acceder los automóviles más contaminantes. Vigo aplicará esta medida a lo largo de 2023, una vez que concluya la tramitación necesaria e instale los dispositivos con los que controlará que se respeta la regulación.
Entre la tecnología que se empleará se encuentran cámaras que pueden leer las matrículas y detectar así infracciones. Estos aparatos ya se utilizan en ciudades como Barcelona, donde se restringe la circulación en estas zonas de lunes a viernes de 07.00 a 20.00 horas.
Las cuatro zonas planteadas por el Concello de Vigo se encuentran en el centro de la ciudad, en Bouzas, en O Calvario y en el entorno de la Praza de Portugal.