Vigo empieza a dejar atrás esos días en los que no para de llover. La ciudad solo ha vivido nueve jornadas sin precipitaciones en el último mes y medio. Esta situación se va revirtiendo poco a poco, justo cuando los tres embalses del área metropolitana -Eiras, Zamáns y Baíña- han alcanzado un estado óptimo de reservas. Pero ahora la ciudad tendrá que soportar otra inclemencia meteorológica: el frío.
Aunque se podrá disfrutar de cielos poco nublados o despejados, que permitirán que el sol caliente un poco en las horas centrales del día, las temperaturas mínimas sufrirán un descenso que Meteogalicia califica de “moderado”. Las máximas se mantendrán en valores similares a los actuales, rondando los 17ºC, pero por las noches y sobre todo de madrugada el mercurio descenderá hasta los 6ºC.
Esa es la predicción que hay para el sábado, cinco grados por debajo de los 11ºC que se esperan este jueves. El termómetro empezará a caer ya el viernes y esa situación se acentuará el fin de semana. La mínima prevista para el domingo es de 5ºC, un nivel muy bajo para una ciudad costera como Vigo. En todo caso, Meteogalicia recuerda que son temperaturas “normales para esta época del año”.
De este modo, la ciudad se sumará al escenario que vive gran parte de la península, que está soportando ya un desplome térmico. Varias regiones de España están sufriendo heladas y son pocos los lugares que alcanzan los 15ºC de máxima.
A partir del domingo, la entrada de aire frío en altura “aumentará la inestabilidad atmosférica y favorecerá la formación de pequeñas borrascas cerca de Galicia”, añade la agencia meteorológica gallega. Así, “la probabilidad de lluvia irá en aumento”, aunque se trataría de lluvias débiles.