Hace tan solo un año, Vigo despertaba siendo la ciudad de España más feliz del mundo, cuestión que aprovechaba el alcalde Abel Caballero para felicitarse por dicho reconocimiento haciendo gala de su gestión al frente del Ayuntamiento.
«Este es el Vigo en el que vivimos ahora y que le enfada tanto al PP y al BNG y a la Xunta porque estamos batiendo todos los récords de España y ocupando lugares destacados en el mundo», valoró en aquella ocasión tras la publicación del ranking mundial «Happy City Index», relativo al año 2024 y que adelantó VIGOÉ.
Ese ranking situaba a la ciudad olívica en el puesto 58 del mundo, siendo así la primera ciudad del país y estando por detrás suya municipios como Bilbao, Madrid, Valencia o Zaragoza, en el ámbito estatal, o grandes ciudades extranjeras como Lisboa, Milán, Washington o Dubai.
Pero las tornas han cambiado en lo que respecta al ranking de este año 2025. Según acaba de hacer público el mismo «Institute of Quality of Life«, el proyecto implementado por la asociación internacional Happy City Hub Ltd, ubicada en Londres, la ciudad viguesa ha sufrido un estrepitoso batacazo en la clasificación relativa a este periodo anual y que ya es oficial en su página web.
De hecho, Vigo se ha quedado fuera del número 1 español pero, incluso también, de la categoría plata en la que estaba el pasado año descendiendo hasta el puesto 166 del listado mundial, que valora un total de 200 ciudades de todo el mundo.
Esto significa una abrupta caída bajando un total de 108 puestos en la clasificación general además de postergarse a la categoría bronce y convertirse así en la última ciudad española del listado así como la única a nivel nacional que ha bajado en número de puestos.
El ranking de «Happy City Index» se sigue dividiendo en tres categorías: Gold «Happies Cities», donde concentran a las 31 ciudades más felices del mundo; Silver Citites (puestos 32 a 100) y categoría Bronze, del 100 al 200; pero este año ha reducido su listado puesto que en 2024 se llegaron a incluir un total de 250 ciudades del mundo.
De este modo, Vigo ha caído a esta tercera categoría compartiendo espacio con Madrid a nivel nacional. Sin embargo, la capital de España está en mejor posición que la ciudad viguesa ya que se encuentra en el puesto 132 además de haber ganado posiciones con respecto al año 2024, donde se situaba en el lugar 192.
En este año 2025, la ciudad olívica ha logrado una puntuación total de 603 puntos siendo valorados aspectos como la gobernanza, la ciudadanía, el medio ambiente, la salud, la economía y la movilidad.
Desbancada por Barcelona y Bilbao
Con todo, la localidad española que ha desbancado a Vigo de su calificación de ciudad más feliz ha sido Barcelona, logrando una escalada casi tan sorprendente como la bajada del municipio olívico.
Y es que la ciudad Condal se ha posicionado en el lugar número 22 del mundo, ganando 117 puestos con respecto al pasado año, donde estaba en el lugar 139, y muy por encima del puesto 58 que había logrado Vigo.
Tras ella, le sigue Bilbao, que se ha mantenido, e incluso ganado unas pocas posiciones, con respecto al año pasado. En este 2025 se sitúa en el puesto 52 mientras que en 2024 estaba en el 59.
Y tras ellas, Zaragoza, en el puesto 84, ganando también posiciones ya que estaba en el 165 en 2024, y Valencia, puesto 96 por el 106 del pasado año.
De este modo, Vigo es la única ciudad española que ha caído en el ranking puesto que las otras localidades nacionales han ganado posiciones y se han quedado fuera ciudades como Málaga o Las Palmas de Gran Canaria que, en el año 2024, estaban en los lugares 216 o 242.
Copenhagen, Zurich y Singapore
Así, el número 1 del ranking mundial de la ciudad más feliz del mundo recae este año 2025 en la ciudad danesa de Copenhage -logrando 1.039 puntos-, siendo el número 2 para Zurich (993) y el 3 para Singapore (979).
Según establece el «Institute of Quality of Life», el listado y su puntuación final valora medidas comprometidas con el crecimiento de la felicidad, poniendo el foco y valorando aspectos como la educación, las políticas inclusivas, la economía, la movilidad, la protección del medio ambiente, el acceso a áreas verdes y la innovación, avisando de que son componentes que deben ser «tangibles» para los ciudadanos y que tengan, así, «un impacto directo en su calidad de vida».
Con todo, establecen el «dinamismo» de cada ciudad, por lo que consideran que sus actividades «deben revisarse periódicamente» centrándose sobre todo en la «calidad de los servicios públicos prestados» así como en la aplicación del conocimiento local para realizar sus estudios y publicarlos anualmente.
Con todos esos conceptos, y una minuciosa investigación sobre la base de miles de indicadores desarrollados por sus investigadores, determinan el rango y el sentido de felicidad de los residentes de todas las urbes analizadas, dejando claro que investigan «a las personas que realmente viven en estas ciudades».