Vigo se convirtió este fin de semana en una extensión de Portugal. La Navidad viguesa y el festivo en el país vecino convirtieron las calles de la ciudad en punto de destino para miles de lusos. Y no será la última, a la vista ya está la próxima avalancha. En el primer examen, el tráfico aguantó sin ningún tipo de problema, lejos del caos vivido hace ahora un año.
El árbol, la bola, el muñeco y la casa de Papá Noel fueron los principales atractivos. En la noria ubicada en el cruce de Colón con Areal hubo colas durante toda la tarde y noche para poder subirse. Familias con sus pequeños y muchos grupos organizados recorrieron el centro de Vigo de punta a punta.
Desde Gran Vía, Urzaiz y Colón hasta la Porta do Sol, pasando por Príncipe, Policarpo Sanz y, por supuesto, García Barbón y la Alameda… Todo abarrotado. Un pequeño accidente complicó las cosas en la Avenida de Madrid, pero nada que ver con anteriores años. Tráfico fluido y ningún embotellamiento.
Festivo en Vigo y en Portugal
Este 1 de diciembre es festivo en Portugal -no modifican el día de celebración- y se dejó notar durante el sábado. Todo apunta a que hoy también será una jornada con muchos visitantes, pero a la vista ya está el próximo hito de la Navidad de Vigo.
Y es que el próximo domingo, 8 de diciembre, también es fiesta en el calendario luso. Si a ello se le une el día 6 del calendario español, se produce la confluencia perfecta para que la avalancha llegue a la ciudad.