El Gobierno de España volverá a contar con una sede institucional en la ciudad de Vigo 14 años después del cierre de la oficina que la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra tenía en pleno centro.
Esta nueva oficina estará ubicada en la planta sexta del edificio anexo que existe en las dependencias que la Zona Franca de Vigo tiene en el entorno de Areal, concretamente en el número 3 de la calle Oporto y que durante años albergó una sede de la Diputación de Pontevedra en la ciudad.
El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, acompañado por el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, y el delegado del Estado para la Zona Franca, David Regades, dieron cuenta este jueves del protocolo por el que se «ceden» las dependencias para uso del Gobierno estatal según el acuerdo rubricado en el antiguo Rectorado de Vigo.
Así, Blanco calificó de «histórica» la apertura de esta oficina en Vigo señalando que se trataba de la «primera sede institucional» del Gobierno en Vigo. Sin embargo, ya hubo en Vigo un despacho de la Subdelegación del Gobierno aunque se utilizaba de forma parcial. Tras su cierre en 2011, hubo varios intentos de reabrir una nueva oficina en la ciudad, con las anteriores subdelegadas Ana Ortiz y Maica Larriba que finalmente no cuajaron, hasta ahora.
De este modo, y según subrayó el actual Delegado del Gobierno, este nuevo despacho será el «punto de referencia» del Gobierno de España, celebró este acuerdo en un «día especial» y avanzando que el espacio, puesto a disposición gracias al «empeño» del alcalde, tanto él mismo como el subdelegado en la provincia, podrán mantener encuentros con representantes del tejido social, económico, asociaciones, instituciones, etc.
Según el delegado, la nueva sede representará no solo «la acción del Gobierno» en la ciudad olívica, sino que también servirá para atender las necesidades de Vigo y abrir la acción del Gobierno «a los ciudadanos».
Pedro Blanco trasladó su compromiso de estar «regularmente» en esta sede y mantener un «contacto permanente» con la ciudad, su gobierno local, las instituciones y las empresas.
Por su parte, el alcalde, Abel Caballero, apuntó que el acuerdo de este jueves y la apertura de dicho espacio es «un acto de Estado», al tiempo que recordó que la ciudad olívica, «la primera de Galicia», por circunstancias históricas está en una «situación endeble» desde el punto de vista de la presencia institucional.
«Es un acto para reforzar la presencia del Estado en Vigo (…) había una carencia«, señaló, antes de reiterar su «satisfacción» por el acuerdo de cesión entre Delegación y Zona Franca.
Finalmente, David Regades puso que en valor que la propia sede de Zona Franca ya está actuando como un lugar de encuentro para dar a conocer la acción del Gobierno en Vigo y en Galicia, poniendo como ejemplo varios encuentros de trabajo vinculados con acciones como los Perte.