Se cumplieron las previsiones y la jornada de este martes, 12 de julio, fue tan asfixiante como se esperaba. Vigo alcanzó una máxima de 37,6ºC, lo cual supone una marca elevadísima para una ciudad costera y atlántica. Pero quizás lo más agobiante de todo fue que la temperatura apenas bajó de los 35ºC en las horas principales del día. La estación que Meteogalicia tiene en el casco urbano de la ciudad se mantuvo por encima de esta cifra entre las 12.00 y las 19.40 horas. Solo en algún momento muy puntual bajó unas décimas.
Ese pico de 37,6ºC –registrado a las 13.50 horas- supone el mayor dato de los últimos cuatro años en Vigo. El mercurio subió hasta los 37,7ºC en agosto de 2018, cuando también una masa de aire africano dejó días y noches de mucho calor, además de llenar el ambiente de polvo y calima.
Pero si la ciudad olívica se abrasó y tuvo que acudir en masa a las playas para refrescarse en el mar, peor aún lo pasaron en el interior del área metropolitana, donde se llenaron los ríos y las piscinas. Cuatro municipios superaron la barrera de los 40ºC, dos se quedaron muy cerca y al menos otros dos superaron los niveles de Vigo. Las estadísticas recogidas por las diferentes estaciones de Meteogalicia hablan por sí solas.
- Salceda de Caselas: 41,3ºC
- Salvaterra de Miño: 41,1ºC
- Ponteareas: 40,9ºC
- Arbo: 40,7ºC
- Mondariz: 39,5ºC
- O Porriño: 39,4ºC
- Redondela: 38,4ºC
- O Rosal: 38,2ºC
Con todo, dentro de Galicia, la provincia de Ourense volvió a ser la más sufridora con el calor. Las cinco localidades con temperaturas más altas en la región estuvieron allí: Arnoia con 43,7 ºC; Ourense con 43,3º; Leiro con 43,1ºC; Vilamartín de Valdeorras con 42,6ºC y Castrelo de Miño con 42.5ºC.
La previsión para los próximos días no es mucho más halagüeña. Meteogalicia pronostica en su web mínimas de 21ºC para el miércoles y 24ºC para el jueves. Las máximas ascenderán a 34 y 36 grados centígrados, respectivamente.
Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) explican que esta ola de calor está siendo “muy inusual”, ya que la temperatura máxima alcanzada en las dos olas de calor de 2021 en España rondó los 40 grados. De ahí que se estén activando los avisos rojos, lo que implica un riesgo elevado para la población.