Serán al menos tres días pasados por agua y se les aguarda con la esperanza de que sirvan para recuperar las reservas de los embalses que abastecen a la ciudad, actualmente mermados. Según los últimos datos, publicados la semana pasada, Eiras se encuentra al 40% y Zamáns ya ha bajado de ese nivel. Las cifras se actualizarán este martes y, lógicamente, serán todavía peores.
Así pues, se hace necesario que las precipitaciones que se aguardan para el miércoles, jueves y viernes no sean anecdóticas como ha ocurrido con las últimas. El pronóstico indica que una borrasca entrará en Galicia la tarde o la noche del 22 de noviembre y se espera que llueva de forma moderada.
Al día siguiente la intensidad será mucho menor pero al menos se mantendrá la situación inestable. Sería el viernes cuando volverían los aguaceros con un mínimo de intensidad. Además, la previsión habla de lluvia continua desde la mañana hasta la noche, lo cual es si cabe más importante.
La situación podría volver a cambiar el sábado, al menos según indican a golpe de lunes la mayoría de servicios meteorológicos. No obstante, Meteogalicia no descarta que la borrasca se quede un poco más y deje alguna gota todavía el fin de semana.