Las mascarillas ya no son obligatorias desde este sábado, 26 de junio, en exteriores. La entrada en vigor de la nueva normativa fue acogida en Vigo con división de «opiniones». Y es que muchos vigueses demostraron en estas primeras horas que prefieren mantener la mascarilla puesta pese a que no estarían obligados a ello en muchas circunstancias.
Las calles de la ciudad fueron una prueba de las diferentes formas de asumir el cambio marcado por el Gobierno central y regulado por las Comunidades Autónomas. Por un lado, muchas personas optaron por liberarse finalmente del cubrebocas que ha sido obligatorio desde hace más de un año. Por otro, los que todavía son cautelosos y prefieren seguir utilizándolo.
Lo cierto es que la principal condición para no usarla en exteriores, ya que en interiores sigue siendo necesaria, es la distancia de seguridad con otras personas no convivientes. Así, en zonas masificadas o en lugares en el que espacio no permite guardar esa medida, hay que ponérsela igualmente.
Y es que la mascarilla sigue siendo obligatoria en espacios cerrados públicos, como por ejemplo una biblioteca, o espacios cerrados de uso público, como una farmacia o un supermercado, y en los transportes públicos tanto en avión, autobús o tren.
Eventos multitudinarios
También lo es en eventos multitudinarios, como un concierto, pero, si ese evento es sentado y se respeta el metro y medio de distancia, no es obligatoria. Sin embargo, según consta en el decreto ley, la mascarilla deja de ser de obligado uso en residencias y espacios institucionalizados donde el 80 por ciento de la población esté vacunada, pero sí es obligada para los trabajadores de esos centros y las visitas.
Lo mismo ocurrirá en servicios esenciales, como por ejemplo un parque de bomberos, que no tienen ya que llevarla en sus guardias si el 80 por ciento está inmunizado. Tampoco es obligatorio para los pasajeros de barco y buque en su camarote y tampoco cuando estén en cubierta y se pueda mantener la distancia de seguridad.