La concesionaria municipal del transporte urbano de Vigo, Vitrasa, y el comité de empresa volverán a reunirse este viernes para tratar de desbloquear el conflicto, por lo que los representantes de los trabajadores han rebajado sus pretensiones económicas con el objetivo de poner fin a una situación que perdura desde hace ya más de tres años.
Después de dos encuentros de mediación llevados a cabo a principios de esta semana, este viernes ambas partes se han emplazado a seguir negociando. Por ello, el comité ha decidido proponer una subida salarial para el año 2021 del 3%, al igual que en 2022.
Pese a que reconoce que la pérdida de poder adquisitivo en esos años superó el 12% y a día de hoy alcanza el 16,1%, el comité ha subrayado que esta rebaja de sus pretensiones busca desbloquear el conflicto y paralizar la huelga indefinida, que comenzó a finales de noviembre del año pasado.
«Sabemos que la empresa se encuentra cómoda con los servicios mínimos puestos por el Concello a la carta, ya que con 49 autobuses diarios llenos de pasajeros su rentabilidad aumenta considerablemente y, además, el máximo responsable del transporte urbano, Abel Caballero, hasta ahora no les exige reponer el servicio», ha criticado el comité