La plaza Arquitecto Antonio Palacios y el edificio consistorial de O Porriño se convirtió, por quinto año consecutivo, en un escenario privilegiado en toda la comarca de A Louriña y demás municipios limítrofes. Los habitantes de la villa salieron a la calle pese al intenso frío reinante y los grados bajo cero que marcaba el termómetro no impidieron que vecinos de otros municipios, como Vigo, Mos o Ponteareas, se sumasen a los festejos.
El simulacro de las campanadas de Nochevieja contó con música sin descanso. La fiesta dio comienzo ya a las nueve de la noche y desde las diez la gente comenzó a arremolinarse a la espera del momento cumbre.
Doce horas después se adelantaba al tiempo Vilagarcía, donde cientos de personas celebraban el Año Nuevo con 350 kilos de uvas 400 botellas de cava.
Y esta noche la gran fiesta de despedida del año en la comarca se trasladará a la viguesa Praza de América. Como es tradicional también en los últimos años, los comerciantes de As Travesas han preparado actos para celebrar el Año Nuevo y las campanadas se darán con el reloj del Santa Irene.
(Abajo, fiesta en O Porriño la noche del martes. / Foto: Selika)