«En la montaña estuvimos 73 días a 4.800 metros de altura, soportando temperaturas de hasta 40 grados bajo cero; vivíamos encerrados en los restos del avión en un glaciar que nunca había pisado el hombre, allí dormíamos 29 personas apiñadas, estábamos rodeados de muerte; pero estaba prohibido quejarse, nuestro único objetivo era sobrevivir; y sobrevivir todos». Gustavo Zerbino, uno de los 16 supervivientes de los Andes, narró hoy su experiencia de vida, de la mano de la Fundación Mentor, en los Coloquios en tempos de pandemia. Habló en remoto vía zoom desde Montevideo, su ciudad de residencia. Y se dirigió al alumnado universitario de la Fundación Mentor, que apuesta por la excelencia académica y por impulsar el talento y la capacidad de trabajo de los alumnos del Campus de la Universidade de Vigo. También habló a sus patronos, que representan a una veintena de empresas líderes ubicadas en Vigo y su entorno.
Gustavo Zerbino es uno de los 16 supervivientes del avión FH-227D 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que en 1972 sufrió un accidente en la cordillera de Los Andes. El aparato accidentado viajaba con 40 pasajeros y cinco tripulantes, en su mayoría integrantes del equipo de rubgy Old Christians Club de Montevideo, que volaba a Santiago de Chile para jugar frente a Old Boys. Los supervivientes debieron enfrentarse a durísimas condiciones durante los 72 días siguientes, hasta que fueron rescatados. El accidente, del que en 2022 se cumplen 50 años, pasó a la historia de la aviación como El milagro de los Andes. Para sobrevivir tuvieron que alimentarse de sus compañeros muertos.
Gustavo Zerbino, que recordó que su experiencia en los Andes le sirvió para «aprender cosas que sirven para toda la vida», fue presentado por José Falagán, decano da Facultade de Ciencias Económicas e Empresariais da Universidade de Vigo y vicepresidente de la Fundación Mentor. Por cuestiones sanitarias a causa de las restricciones de la pandemia de la Covid19 solo se habilitaron 35 plazas presenciales en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo.
El superviviente de los Andes, que es también coach de la Selección de Fútbol de Uruguay, detalló las similitudes que puede habar entre el entorno al que deben enfrentarse los jóvenes que buscan su reto profesional en un mundo marcado por la Covid19 y su propia experiencia de vida. Y lanzó varios consejos: «A los jóvenes de la Universidad de Vigo quiero decirles que no hay que perder la fe, la capacidad de soñar«. En su opinión, «el ser humano que quiere alcanzar sus sueños, no tiene techo». Y les recomendó «utilizar la pasión y el amor para alcanzar esos sueños».
Pero ¿qué paralelismos encontró entre la experiencia de los Andes y el impacto de la pandemia de la Covid19? «La incertidumbre, que produce miedo, angustia y dolor», explicó convencido. Gustavo Zerbino apuntó que el gran desafío en todo el mundo está en cómo «controlar la pandemia». Explicó que el impacto de la Covid19 en la población mundial le recuerda cuando los supervivientes de los Andes escucharon en la cordillera diez días después del accidente que se había suspendido su búsqueda, que los habían abandonado, que ya los daban por muertos. «En aquel momento dejamos de esperar el rescate del mundo exterior y nos dimos cuenta que para sobrevivir dependíamos únicamente de nosotros; percibimos que no podíamos quejarnos, sentir miedo o pánico porque nos paralizaba y consumía toda la energía que nos quedaba«. Por eso, Gustavo Zerbino afirmó que lo mejor, en referencia al impacto de la pandemia, es «aceptar la realidad, con el corazón, aunque duela». Dijo que así «comenzaremos a ser parte de la solución y no del problema».
El que fuera presidente de la Unión de Rugby del Uruguay aseguró también en la Fundación Mentor que «lo importante no es lo que pasa, sino lo que hacemos nosotros para que las cosas pasen». Y puso un ejemplo: «En la cordillera aprendimos que había que trabajar en equipo para construir una sociedad solidaria, para que el único objetivo fuese sobrevivir, sobrevivir todos y sin excusas». Aseguró que la experiencia de los 16 supervivientes demuestra que el ser humano es capaz de hacer cosas extraordinarias si se lo propone. «Tenemos un potencial ilimitado y no lo sabemos», se lamentó. «Aceptar nuestra vulnerabilidad frente al coronavirus nos hace vulnerables; pero aceptar esa vulnerabilidad nos hará también más fuertes, porque nos prepara para grandes desafíos», concluyó el coach de la Selección de Fútbol de Uruguay, quien consideró en que pronto la pandemia «pase a ser una anécdota».