La Casa para Fernando Carreras (Areal 46), desde este martes nueva sede de la Zona Franca de Vigo, es el primer edificio histórico que recupera el consorcio pero no será el último. El delegado, David Regades, anunció durante la inauguración que en 2022 se licitará la reforma de otros dos destacados inmuebles de la ciudad. Por un lado, el número 27 de la calle Real, en pleno Caco Vello, donde tendrá su sede la asociación Down Vigo. Por otra, la emblemática Panificadora, que se convertirá en contenedor cultural gracias al acuerdo con el Concello.
Regades destacó que la ciudad «ha vivido los últimos 15 años una recuperación histórica de su patrimonio, además de este edificio de Areal 46, la sede de la Diputación, la sede de la Universidad en el edificio Redeiras del Casco Vello, el antiguo edificio del Xeral para nuevos juzgados, el Registro en la calle Real o el servicio de notificaciones de los juzgados en el barrio histórico«, subrayó. Así, recordó que Zona Franca tiene en marcha otros dos grandes proyectos de recuperación del patrimonio, como es la sede de Down Vigo, en el Casco Vello, y la Panificadora.
En esta línea quiso tener un agradecimiento especial para el arquitecto, Pedro de la Puente, que asesoró técnicamente en la redacción del proyecto, y los servicios técnicos del Consorcio, «por su respeto a la hora de afrontar la rehabilitación de un edificio tan icónico de Vigo, como es nuestra nueva sede, que antes fue casa particular, Banco de España, Gobierno Militar, Rectorado de la Universidad de Vigo y edificio municipal del Concello«. David Regades anunció que «esperamos poder celebrar un acto de inauguración a principios de año«.
El Abrazo
La inauguración del nuevo edificio comenzó con el descubrimiento de la escultura El Abrazo, de Andrés Conde, en un acto de puesta en servicio del edificio, que se abre a los ciudadanos, asociaciones, colectivos, emprendedores, empresas y startups para todo tipo de actividades. En el mismo acto, con la presencia del alcalde de Vigo y presidente del Consorcio, Abel Caballero; y la presidenta de la Diputación provincial, Carmela Silva, se descubrieron los secretos de la reforma de edificio histórico, el más llamativo un pozo con escalera de piedra de acceso, que había permanecido oculto durante décadas.
David Regades, puso en valor «que se trata de una obra que ha tenido en cuenta la recuperación de patrimonio histórico de la ciudad, con una gran sensibilidad por los elementos arquitectónicos, que marcan la personalidad del edificio y su entorno, en la calle Areal«. También «la vuelta a los orígenes de Zona Franca, donde empezó hace 75 años, con una nave en el muelle de Areal» y que «estará abierto a la ciudadanía«.
Transformación de la ciudad
El alcalde y presidente del Consorcio de la Zona Franca, Abel Caballero, mostró su satisfacción por el resultado de la obra y aseguró que «estamos dando un paso muy importante en la transformación de la ciudad de Vigo, con pasos de forma continua«. Además, destacó el valor de que el Consorcio «se venga al corazón de la ciudad para acoger a los ciudadanos«. Recordó que «Zona Franca es un inmenso movilizador de la economía. La presido desde hace casi 15 años y soy la persona que más tiempo he sido presidente y todo el suelo industrial que se hace en la ciudad lo lleva adelante Zona Franca«, enfatizó.
La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, calificó de «extraordinaria» la recuperación del edificio y la definió con las ideas de «sensibilidad, respeto por el patrimonio, luz, inteligencia para llenarlo de contenido, apuesta por la ciudad y ganas de impulsar Vigo«. Destacó la labor del delegado del Estado porque «Zona Franca en el centro será un revulsivo para la ciudad. Este edificio es un orgullo para los vigueses«, concluyó.
Un edificio para la ciudadanía y las empresas
El Consorcio de la Zona Franca de Vigo ofrecerá toda la planta baja de este histórico edificio vigués para que se puedan organizar desde reuniones a cursos con las facilidades que da encontrarse en pleno centro de la ciudad.
Varias salas de diferentes tamaños, aulas y el propio auditorio, de 140 metros cuadrados y 126 plazas, que son ampliables, configuran la oferta abierta a la ciudad para la que se establecerá un sistema para la reserva de espacios. «Se trata de estar cerca de la ciudadanía y los emprendedores para que usen el gran potencial que ofrece la Zona Franca para crear empleo«, enfatizó el delegado del Estado.
Además, la Zona Franca libera la zona portuaria de sus oficinas, en Bouzas, y podrá destinar esos espacios a empresas. David Regades destacó que «las oficinas del Consorcio ocupan en Areal menos espacio, pasamos de 2.700 m2 en Bouzas a menos de 2.000 en Areal y añadimos nuevos ingresos con los alquileres de Bouzas, donde en enero la ocupación será del 80%, para seguir invirtiendo en la economía del área de Vigo«, señaló.