Listos para zarpar en el Galeón Coruxo, una de las joyas del patrimonio marítimo gallego. Esta semana comenzó la temporada de navegación de embarcaciones tradicionales de la Asociación de Mariñeiros Artesanais e Deportivos San Miguel de Bouzas. Y ahí estuvo VIGOÉ. Entre el ajetreo y la emoción, nos subimos al Galeón Coruxo, una auténtica reliquia de madera destinada a la pesca por los marineros de antaño. Este viaje no solo prometía ser una aventura, sino también un regreso al pasado.
La asociación, dedicada a la recuperación y conservación de embarcaciones tradicionales, así como a la defensa del patrimonio cultural marino, organiza estas salidas todos los miércoles hasta mediados de octubre, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan. Una actividad que no solo se trata de navegar, sino que va más allá convirtiéndose en una inmersión en la cultura marinera de Galicia.
Galeón Coruxo, con patrón de 82 años
En esta primera salida las naves elegidas para surcar la ría fueron un galeón, una trainera y un falucho. La elección de las embarcaciones y el número de ellas depende de la cantidad de personas que se suman a la aventura. Hoy, nuestra nave sería el galeón Coruxo, construido por los jóvenes de la Escola Obradoiro Mar de Vigo IV, una nave capitaneada por Ángel, un patrón de 82 años, que, con mano firme, nos guiaría por las aguas de la ría de Vigo.
El ambiente de camaradería brilla en esta primera salida del año. Entre sonrisas y bromas, la tripulación habitual nos recibe, preparados para compartir una tarde de navegación. «¿Qué tal nadas?«, nos preguntan entre risas al llegar al pantalán en un patente ambiente de complicidad mientras nosotros, como grumetes novatos, accedemos al barco. «¿Has traído chaqueta? El tiempo puede cambiar en cualquier momento y, aunque ahora haga sol, quizás volvamos mojados«, estamos a punto de comenzar nuestra aventura.
Asociación con 20 barcos
La asociación posee unos 20 barcos que representan una muestra de cada zona de Galicia, desde el Miño hasta Ribadeo. Entre ellos se encuentran nombres tan evocadores como la dorna cordeleira, buceta, racú, gamela coruxeira, anguleiro, dorna naseira y la dorna xeiteira, dedicada a la sardina. Cada embarcación es un pedazo de historia que la asociación se esmera en preservar y poner en valor.
Zarpamos bajo el sol, midiendo la dirección del viento y desplegando la vela mayor y posteriormente el trinquete. Pronto, el viento comenzó a hacer su trabajo y el Coruxo escoraba ligeramente, ofreciendo una experiencia única convirtiendo los nervios iniciales en pura emoción.
«Suelta el pulpillo«, escuchamos, buscando a nuestro alrededor qué y dónde se encuentra el dichoso pulpillo hasta que una sonrisa cómplice nos indicó aquella pequeña cuerda que siempre había estado frente a nuestros ojos. Cada maniobra, aunque habitual para los navegantes habituales, era para nosotros una aventura.
Pantalán de embarcaciones
A bordo del Coruxo no todo es trabajo y el disfrute y la conversación es parte crucial en la travesía. “Aunque no lo creas, antes de comenzar a navegar ninguno nos conocíamos pero la navegación nos ha unido hasta el punto que ahora somos un grupo que también queda en tierra”, nos explica María.
Toño, otro miembro de la tripulación, refuerza esa idea de compañerismo. “El barco debe trabajar como uno solo. Si yo me equivoco o no estoy atento, puede ser malo para ti, y al revés”. Para Pilar, “salir a navegar es mi terapia. Había navegado antes, de joven, pero vine un día a la Asociación acompañando a mi hermano, él tenía barco, y me encontré navegando a vela en un trozo de historia”.
Quique, presidente de la asociación, nos cuenta que “el pantalán de embarcaciones tradicionales de Bouzas fue el primero que se instaló en la península y se ha tomado como modelo para nuevas dotaciones”.
Preservar la historia, pensar en el futuro
Este es solo un ejemplo de cómo la asociación no solo preserva la historia, sino que también crea estándares para el futuro. “A final de temporada, subimos a la asociación las embarcaciones para hacer el mantenimiento, que va desde pintarlas, lijarlas, repararlas… Ahí es crucial la importancia de los voluntarios, quienes además de navegar se quedan en invierno a ayudarnos”.
A diario, caminamos paralelos a la ría, inmersos en nuestros quehaceres. Algunos incluso deben cruzarla para llegar a sus trabajos, sin realmente valorarla. Pero todo cambia cuando te subes a una embarcación tradicional. De repente, la ría no es solo un medio de transporte, sino un testimonio vivo de la historia de nuestras costas. Cada miércoles, estas salidas nos ofrecen la oportunidad de reconectar con nuestra cultura marítima.
Actividad abierta y gratuita
¿Cómo puedes vivir esta experiencia? La actividad, totalmente gratuita, está gestionada por la Asociación de Marineros Artesanais e Deportivos San Miguel de Bouzas. Solo necesitas ponerte en contacto con ellos por teléfono (986247062 / 698190686) o acercarte a la asociación (Travesía Portuaria de Bouzas, 5). Así que, si tienes la oportunidad, no dudes en embarcarte en esta aventura. Navegar con la Asociación de Mariñeiros Artesanais e Deportivos San Miguel de Bouzas es más que un paseo en barco, es una experiencia que te conecta con la historia de nuestra ciudad.