Bruselas vetará de forma paulatina la pesca de arrastre hasta alcanzar su objetivo de que en el 30% de las aguas comunitarias esté prohibido este arte a partir de 2030.
Así se desprende del borrador del Plan de Acción para la conservación de los recursos pesqueros y protección de los ecosistemas marinos que la Comisión Europea presentará en febrero y al cual ha tenido acceso Europa Press.
En este documento, que todavía no es el definitivo y podría estar sujeto a algún cambio, se describe a la pesca de fondo, en concreto el arrastre, como «una de las actividades más extendidas y dañinas para los fondos marinos y sus hábitat».
«Nuestros océanos y mares, y en particular sus sedimentos, son un importante sumidero natural de carbono. La importancia de almacenar y mantener el carbono en los hábitat marinos para abordar el cambio climático es cada vez más sabido», reivindica el informe de casi 30 páginas.
En el texto, Bruselas subraya la importancia de proteger los medios marinos, reduciendo el impacto de la actividad humana en los hábitat sensibles y conseguir una sostenibilidad de la pesca.
Así, espera que se protejan los fondos marinos del 20% de las aguas comunitarias en el plazo de un año, para conseguir esta protección del 30% en 2030.
«La planificación debe incluir al menos detalles sobre la identificación de zonas en las que debería prohibirse la pesca de fondo móvil, teniendo en cuenta los compromisos de los estados miembros», añade el borrador.
Todo ello después de que la propia directora general de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) de la Unión Europea, Charlina Vitcheva, confirmase hace unas semanas en Vigo que la Comisión planea ampliar las áreas marinas protegidas (MPA, por sus siglas en inglés) del 10% al 30% de las aguas comunitarias para proteger los fondos marinos, a priori, en lo relativo a la pesca de arrastre.