Fue sin duda el protagonista de la jornada. Y eso que no fue un día cualquiera. Este viernes había numerosos frentes informativos, algunos de ellos previstos en agenda (visita a la Estación Vialia) y otros muchos fueron cayendo a cuentagotas sobre la ciudad (PortAmérica, incendio en PSA…). Aunque la imagen del día tenía el nombre más corto que se puede posible y la eslora más larga conocida.
Se llama «Sailing Yacht A», en el mundo náutico denominado simplemente «A», y costó la desmesurada cifra de 450 millones. Sus cifras marean. Con 142,8 metros de eslora y 23 de manga, es el velero más grande jamás construido. Desplaza 12.500 toneladas de registro bruto, tiene tres mástiles giratorios de carbono autoportantes (uno de ellos de más de 100 metros) que pueden desplegar 3.700 metros cuadrados de superficie vélica… Y así hasta un sinfín de descomunales números nunca vistos.
Aunque lo que más sorprende es claramente su diseño. Moderno y rompedor con los estereotipos, diferente y extraño, para la mayoría feo, para muchos otros sorprendente. Esa capacidad para captar la atención quedó demostrado este viernes, con cientos de personas asomadas a los miradores de la ciudad para contemplar la bestia. «¿Qué es eso?». Fue la frase más escuchada en el Paseo de Alfonso, en O Castro y en el Náutico.
«Eso es el barco de vela más grande del mundo», respondían otros. Con lo que la siguiente pregunta era evidente. «¿Y de quién es?». Pues del empresario ruso Andrey Melnichenko, con una riqueza personal estimada de 17.900 millones de dólares, en 2021 se posicionó el número 95 en la lista mundial de milmillonarios. Su riqueza procede de sus dos grandes empresas. Por un lado, Eurochem, principal productor mundial de fertilizantes minerales y el más grande de Rusia. Por otro, Siberian Coal Energy Company, una de las principales productoras de carbón a nivel mundial y la más grande de Rusia.
Diseño interior
Fuentes portuarias señalaron que el «A» se resguarda del «mal tiempo» (sic) y que permanecerá fondeado durante unos tres días. El barco se entregó a su propietario el 4 de mayo de 2017 por el equipo de proyecto liderado por Dirk Kloosterman, que había completado sus últimas pruebas de mar en el astillero de Navantia en Cartagena y en Gibraltar. El diseño exterior es una colaboración entre Doelker + Voges y Philippe Starck, mientras su interiorismo es obra de Philippe Starck.