Los recursos de los que dispone la Agencia Europea de Control de Pesca (EFCA), con sede en Vigo, se verán notablemente ampliados en el próximo ejercicio y una de las principales causas es el Brexit. “El hecho de que Reino Unido se haya convertido en un tercer país es muy importante, supone una serie de cambios tanto en la conducta de los pescadores como en los lugares donde van a faenar, asimismo supone un incremento del reto que supone el control de la pesca”, ha declarado este miércoles en Vigo la nueva directora ejecutiva de la EFCA, la irlandesa Susan Steele, que sustituye en el cargo a Pascal Savouret.
La principal inversión se deriva de la incorporación de un tercer buque de inspección que se sumará al ‘Lundy Sentinel’, que entró en servicio en 2017, y al ‘Aegis’, que se estrenó hace unos meses. El nuevo buque entrará en servicio en 2023 aunque se adjudicará el año que viene, toda vez que el proceso de licitación está ya cerrado, aunque de momento no se han abierto las plicas.
Pagar a los armadores por el mantenimiento de estos tres barcos y sus respectivas tripulaciones supondrá un gasto máximo de 90 millones de euros en seis años, una de las razones por las que el presupuesto de la EFCA ha escalado desde los 21 millones del actual ejercicio hasta los 35,6 de 2022, según se confirmó la semana pasada.
“El nuevo buque está ya en rumbo a la zona del Brexit, la zona pesquera del noreste, pero no sólo nos preocupa este tema, sino que el aumento del número de buques se debe a que están aumentando las solicitudes de control en otras zonas marítimas que no son el Reino Unido”, ha señalado Steele durante un desayuno informativo con la prensa.
Una de esas zonas es el Mediterráneo, pero también aumentan las solicitudes desde zonas muy periféricas donde la EFCA no tiene mandato, por lo que no está desplegada allí. En todo caso, según Steele, el incremento del presupuesto de la EFCA está muy relacionado también con “la percepción general de la UE y de la sociedad de que es necesario luchar de manera más estricta contra la pesca ilegal, no reportada y no declarada”.
El incremento presupuestario también tiene que ver con un aumento de la plantilla de la agencia, formada actualmente por 73 empleados, se verá pronto incrementada a 89 con la incorporación de 16 trabajadores, a los que hay que sumar otra docena para la realización de proyectos específicos.
Se trata de proyectos relacionados con las tecnologías de datos, con el desarrollo de inteligencia ‘open source’ y con todo lo que tiene que ver con interconectividad, así como con la relación con guardacostas, toda vez que EFCA trabaja codo con codo con la Agencia Europea de Seguridad marítima (EMSA, por sus siglas en inglés) y con la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontrex).
Por otra parte, Steele, preguntada por la posibilidad de que la EFCA apueste por el uso de drones en el control de los descartes, ha subrayado la dificultad que supone para la UE monitorizar la obligación de desembarco de los pesqueros. “En lo que nos estamos centrando es en el desarrollo de un sistema de monitoreo electrónico de los buques para poder controlar que se está cumpliendo con esa obligación de desembarco”, ha señalado.
Por último, Steele se ha referido al actual proceso de revisión de las normas de control en Europa, del que la EFCA está muy pendiente. “Esta reforma de la Política Pesquera Común es algo necesario e importante y hay que ver cómo se va a implementar. Una vez aprobado, el papel de la EFCA será muy importante porque nos encargamos de formación y armonización y deberemos estar muy activos en la adaptación de este reglamento de control nuevo”, ha señalado antes de explicar que su agencia estará lista para trabajar con los estados miembros para armonizar estas nuevas disposiciones.