Un gigante de 196 metros de eslora perteneciente a la naviera italiana Grimaldi Lines está a punto de abandonar el Puerto de Vigo tras casi cinco meses de una estancia marcada por averías, retrasos y especulaciones. Inicialmente, su partida estaba programada para las 12:00 horas de este martes con el objetivo de realizar las pruebas necesarias para su marcha.
Sin embargo, a pocos minutos de la hora señalada se retrasó de nuevo. La tripulación trabajó durante toda la jornada para realizar los últimos ajustes. Su partida, rumbo a un destino aún no confirmado, pondrá fin a una presencia que se ha convertido en un elemento inesperado del paisaje urbano de la ciudad, especialmente en el emblemático Muelle de Trasatlánticos, donde ha compartido espacio con imponentes trasatlánticos de pasajeros.
El carguero, especializado en el transporte de carga rodada, abandonará las aguas viguesas después de un periplo marcado por averías, retrasos y especulaciones. Su salida supone un alivio para los ciudadanos, que veían en este coloso de acero un intruso en una zona destinada principalmente al turismo marítimo.
Un rescate en alta mar que marcó su llegada
La historia del Grande Napoli en Vigo comenzó el pasado 29 de octubre de 2024, cuando el buque quedó a la deriva a 28 millas al oeste de Viana do Castelo, en Portugal. En plena travesía entre Portbury (Reino Unido) y Setúbal (Portugal), un fallo en su motor dejó a la embarcación sin propulsión, obligando a la intervención del remolcador Ría de Vigo. Tras el rescate, el buque fue conducido al Muelle de Trasatlánticos, una decisión que sorprendió por tratarse de un espacio poco habitual para buques de carga, más propios de la terminal de Bouzas.
Lo que inicialmente parecía una parada técnica para reparar su maquinaria se transformó en una estancia prolongada. Grimaldi Lines, una de las principales navieras europeas en transporte de vehículos, atribuyó los retrasos a la espera de repuestos esenciales, una explicación que no logró disipar las incógnitas sobre la situación del buque.
Cinco meses de contrastes en el puerto vigués
Desde su llegada, el Grande Napoli ha sido un vecino incómodo en el Muelle de Trasatlánticos. Con sus casi 200 metros de longitud, este buque ro-ro contrastaba con la estampa habitual de cruceros de lujo que recalan en Vigo, especialmente durante la temporada navideña y los meses posteriores. Su presencia, incluso obligó a reubicarlo temporalmente al muelle Transversal Este al coincidir, en el Puerto de Vigo, los cruceros Ambience y Aurora. Esta reubicación generó debate entre los hosteleros y vigueses que disfrutan de puerto, quienes cuestionaban la idoneidad de su ubicación en un área clave para la proyección turística de la ciudad.
Tras cinco meses en la ciudad y pese a las molestias estéticas y logísticas, el buque no pasó desapercibido. Su silueta imponente se integró, a regañadientes, en el día a día del puerto, compartiendo protagonismo con trasatlánticos de pasajeros y alimentando titulares en la prensa local debido a la falta de avances visibles en las reparaciones y el mutismo de la naviera alimentando las especulaciones sobre el estado real del carguero.
Un adiós con destino incierto
La salida del Grande Napoli marca el cierre de un capítulo peculiar en la historia reciente del Puerto de Vigo. Aunque las autoridades portuarias no han precisado el rumbo exacto del buque, fuentes cercanas sugieren que podría dirigirse a un astillero especializado para completar las reparaciones pendientes o retomar su ruta comercial habitual. Grimaldi Lines, por su parte, ha mantenido su hermetismo, limitándose a confirmar que el navío está en condiciones de navegar tras las intervenciones realizadas.
La partida del carguero devuelve al Muelle de Trasatlánticos su función primordial como escaparate del turismo marítimo, liberando un espacio que, durante meses, estuvo ocupado por un gigante de acero varado. Para los vigueses, este adiós supone también la recuperación de una postal urbana más acorde con la imagen que la ciudad desea proyectar al mundo.
Con el Grande Napoli fuera de escena, el Puerto de Vigo se prepara para una temporada intensa de escalas de cruceros ya que esta misma semana recibirá la visita del Sky Princess, el miércoles 26, y el Iona, este mismo sábado.