El Hidria Segundo, el único barco de vapor en la Península Ibérica, ha experimentado un hito histórico: su centenaria máquina de vapor ha vuelto a encenderse. Tras once años en silencio, este corazón mecánico ha vuelto a latir, insuflando nueva vida a una embarcación que es todo un símbolo de la historia marítima de Galicia.
Un gigante dormido
La máquina de vapor del Hidria Segundo es una joya de la ingeniería naval. Construida en 1905, ha sido testigo de un siglo de cambios en la navegación. A pesar del paso del tiempo, esta pieza de hierro y cobre sigue funcionando con la misma precisión y fuerza que el primer día. Su reactivación es el resultado de años de esfuerzo y dedicación por parte de sus propietarios, Jacobo Costas y Sesé Otero, quienes han luchado incansablemente por preservar este patrimonio industrial.
La puesta en marcha de una máquina de vapor de estas características no es una tarea sencilla. Requiere de conocimientos técnicos especializados y de una minuciosa preparación. Cada pieza debe estar en perfectas condiciones para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente. Los propietarios del Hidria Segundo han trabajado, en colaboración con la Fundación Traslatio, junto a un equipo de expertos para llevar a cabo esta delicada operación.
Un futuro prometedor
La reactivación de la máquina de vapor es un paso fundamental para el futuro del Hidria Segundo. Gracias a este logro, el barco podrá volver a navegar a vapor por la ría de Vigo, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de experimentar la emoción de viajar a bordo de una embarcación de vapor. Además, su puesta en marcha permitirá realizar demostraciones y talleres educativos, dando a conocer la importancia del patrimonio industrial marítimo.
El Hidria Segundo es mucho más que un barco. Es un símbolo de la historia industrial de Galicia y un testimonio del ingenio y la creatividad de nuestros antepasados. Su preservación es fundamental para transmitir a las futuras generaciones el legado de nuestros marineros y artesanos.