La Autoridad Portuaria de Vigo ha retomado con fuerza el proyecto para unir la ciudad con los puertos británicos de Cork y Plymouth. La iniciativa, paralizada por la pandemia del coronavirus, regresa a la agenda con el objetivo de que esté en funcionamiento a finales de este mismo año. La empresa Incargo negocia con la armadora Britany Ferries para activar la conexión mixta (mercancías y pasajeros) con amarre en la Terminal de Bouzas. Mientras, el Puerto de Vigo acelera la puesta en marcha de servicios para dar cobertura a la línea.
Según explicó este lunes el presidente del Puerto, Jesús Vázquez Almuiña, uno de los principales objetivos es la construcción de un nuevo Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) en Bouzas. Durante una reunión en la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), el máximo responsable portuario señaló que estas nuevas instalaciones estarían destinadas a dar servicio a esta futura conexión entre Vigo, Reino Unido e Irlanda.
Actualmente, la compañía Britany Ferries ofrece conexiones desde Reino Unido e Irlada a los puertos españoles de Bilbao, desde Rosslare y Portsmouth, y Santander, desde Plymouth y Portsmouth. En los últimos meses también se barajó la posibilidad de que abriese una nueva línea a Oporto, lo que restaría muchas opciones a Vigo, aunque a día de no existen avances públicos en esa dirección.
Desembarco en Bouzas
En una entrevista con Faro de Vigo este pasado fin de semana, Vázquez Almuiña señala que su idea es poner en marcha las líneas de Cork y Plymouth antes de final de año. «Los promotores del ferri están trabajando en las líneas y nosotros, en los servicios que se necesitan para desembarcar pasajeros en Bouzas», explica al rotativo vigués.
Según explica, la planificación pasa por disponer de autobuses que trasladen a los pasajeros desde Bouzas hasta la Estación Marítima, puesto que el punto de desembarco debe ser la terminal boucense al ser necesarias las rampas. Además, el Puerto revisa el protocolo con Aduanas, Policía y Guardia Civil. «Podemos hacer una estación de control provisional o trasladamos a los pasajeros en autobús a la Estación Marítima y allí hacer los controles», explica.
Precios de la ruta
Aunque por el momento es pronto para concretar los importes de los billetes, a finales de 2019 se apuntaba a un precio estimado de 350 euros para dos personas con coche (ida y vuelta). En el caso de las líneas ya existentes desde Santander y Bilbao los precios parten desde 340 euros por trayecto (en verano los precios son superiores) para un turismo y dos adultos.
En el caso de vehículos pesados, el nuevo ferri baraja unos precios de 800 euros para cada camión. La nueva línea supondría un importante ahorro para la industria. No sólo en kilometraje y gasolina, sino también por cuestiones como el descanso de los conductores.