El plazo para que el Gobierno central interponga recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra la prohibición de pescar en áreas del Atlántico nororiental termina el próximo sábado, 19 de noviembre. In extremis, este viernes, fuentes del Ministerio de Agricultura y Pesca, que dirige Luis Planas, han confirmado a Europa Press que se presentará el próximo lunes.
A continuación, el miércoles 16, está convocado consejo consultivo por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca y dos días después, el viernes 18, la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores se reunirá con el comisario europeo de Pesca, Océanos y Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius.
El pasado miércoles, en un acto en Burela (Lugo), donde se concentra una parte relevante de la flota afectada en Galicia por el veto, la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, ya había trasladado que los trabajos de los servicios jurídicos del Estado estaban “muy avanzados”.
El Ejecutivo central tenía dos meses a contar desde el pasado 19 de septiembre, fecha en la que el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publicó la medida.
Por su parte, el sector tiene más tiempo de tope para recurrir: hasta el 15 de diciembre. Por ahora lo ha presentado la organización de productores de Burela.
En un primer momento, el ministro dijo que el Gobierno estudiaría la opción de acudir a la vía judicial frente a esta medida, si bien no fue hasta más tarde que se comprometió a interponer un recurso.
Por su parte, la Xunta, a través de la Consellería do Mar y mediante el trabajo de varios expertos juristas en la materia, le aportó un documento base para elaborar el recurso.
Pesimismo
En este escenario, y a las puertas de la campaña de Navidad, el sector pesquero gallego todavía está tratando de adaptarse a la nueva situación impuesta tras la entrada en vigor el pasado 9 de octubre del reglamento europeo que veta la pesca de fondo en caladeros del Océano Atlántico.
Sus representantes advierten de que ha supuesto una caída de las capturas y ha hecho que se instale una sensación de “pesimismo” de cara al futuro.
Así, asociaciones del sector en Galicia han mostrado su preocupación sobre la subsistencia de las empresas debido a que muchos barcos han tenido que buscar otros caladeros donde pescar. No obstante, en la mayoría de las ocasiones no obtienen allí los mismos resultados que en sus zonas tradicionales de trabajo.