El Hidria Segundo, un barco de vapor único en su clase, lleva más de medio siglo siendo testigo de la historia marítima de España. Construido entre 1963 y 1966 en el astillero vigués José Roberto e Hijos, este histórico aljibe surtía de agua a mercantes, trasatlánticos y pesqueros desde el Puerto de Vigo, cargando hasta 240 toneladas procedentes del manantial ‘A Canteira de Meira’. Su máquina de triple expansión, heredada de su predecesor el Hidria (que operó desde 1922 hasta su hundimiento en 1959), lo convierte en el último exponente operativo de esta tecnología en el país. Sin embargo, tras años de esfuerzos por mantenerlo a flote, este emblema del patrimonio naval necesita ahora la ayuda de todos para seguir navegando.
La Fundación Traslatio ha lanzado una campaña de crowdfunding con un objetivo claro: restaurar el Hidria Segundo y devolverlo a las aguas de la ría de Vigo. Atracar en el muelle de Portocultura desde hace dos años no ha sido suficiente; el barco aspira a recuperar su esplendor y ofrecer travesías únicas que combinen historia, educación y sostenibilidad. Este marzo, el buque ha zarpado rumbo a los astilleros Cardama para someterse a las reparaciones necesarias y pasar las inspecciones pertinentes, con la meta de estar operativo para el verano y participar en festivales marítimos de la región.
Una historia de resiliencia y transformación
La vida del Hidria Segundo no ha sido fácil. Perteneció a Aljibes de Vigo S.L. hasta principios de los 90, pero la quiebra de la empresa en 1994 dejó al barco y a su compañero, el Roberto, abandonados en el puerto. En 1997, el Hidria Segundo se hundió y estuvo a punto de desaparecer en el desguace de Punta Lagoa. Fue entonces cuando Jacobo Costas y Sesé Otero, dos apasionados defensores del patrimonio marítimo, decidieron rescatarlo. Tras una ardua restauración, lo transformaron en un museo flotante, albergue y barco de pasajeros, dejando atrás su función original de transportar agua para convertirse en un vehículo de cultura.
Desde 2022, amarrado en Portocultura, ha abierto sus puertas a visitas guiadas y talleres educativos, pero sus impulsores sueñan con más: quieren que vuelva a ser un referente navegable, una experiencia viva que traslade a los pasajeros a la época dorada de la navegación a vapor.
La Fundación Traslatio, motor para la cultura marinera
Detrás de esta iniciativa está la Fundación Traslatio, una organización viguesa creada en 2017 con la misión de preservar el legado marítimo gallego. Además de gestionar el Hidria Segundo, la fundación promueve el Camino de Santiago por mar, fomenta la navegación en embarcaciones tradicionales y grandes veleros, y organiza eventos como el festival anual Iacobus Maris Experience, que combina barcos históricos con música y gastronomía regional.
«Queremos que el Hidria Segundo no solo sea un museo estático, sino un símbolo vivo de nuestra identidad marinera», explicaba Celso González, director de la fundación, en la travesía en la que acompañamos al vapor a astilleros para su puesta a punto. Para lograrlo, han diseñado una campaña de crowdfunding que invita a la ciudadanía a sumarse a esta causa, ofreciendo recompensas que van desde diplomas y visitas al barco hasta plazas para navegar en él una vez esté listo.
Recompensas de micromecenazgo
La campaña de micromecenazgo propone distintos niveles de colaboración, cada uno con beneficios pensados para involucrar a los donantes en la historia del barco:
- Grumete (25 €): Un diploma digital exclusivo y una visita guiada con una explicación detallada de la historia y las partes del Hidria Segundo.
- Marinero (50 €): A lo anterior se suma una camiseta conmemorativa, recogida durante la visita al barco.
- Oficial (100 €): Incluye una plaza para una salida de navegación cuando el buque esté operativo, además de tres láminas a color del barco firmadas por el artista Txema Prada.
- Primer Oficial (250 €): Tres camisetas, una visita privada especial y cinco plazas para navegar, junto con las láminas de Prada.
- Capitán (500 €): Un regalo especial, diez plazas para una travesía y un descuento para organizar un evento a bordo.
- Armador (1.500 €): Un evento exclusivo de dos horas amarrado al muelle (como cumpleaños o conferencias) y 25 plazas para navegar.
Estas recompensas no solo buscan financiar las reparaciones (que incluyen piezas clave y el traslado al varadero), sino también crear un vínculo emocional entre los colaboradores y este pedazo de historia flotante.
Un largo camino en el que navegar
El Hidria Segundo está inscrito en el Registro Estatal de Buques Históricos, un reconocimiento a su valor como patrimonio cultural. Su máquina de triple expansión, una reliquia de la ingeniería naval, promete travesías tranquilas que transporten a los pasajeros a un pasado donde el vapor era el rey de los mares. Con las reparaciones previstas para este mes en los astilleros Cardama, la Fundación Traslatio confía en que el barco pueda volver a navegar en verano, participando en festivales y ofreciendo talleres educativos para escolares.
«Es mucho más que un barco; es un pedazo de nuestra memoria colectiva», subrayan desde la fundación. La campaña de crowdfunding es una llamada a la acción para que ciudadanos, empresas y amantes del mar se unan a este esfuerzo. Si el Hidria Segundo logra surcar de nuevo las aguas, no solo será una victoria para Vigo, sino para todo el patrimonio marítimo español. Ahora, la pelota está en el tejado de quienes quieran subirse a bordo de esta aventura.