Tres años han pasado ya desde que el pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’ naufragó en aguas de Terranova (Canadá) en la madrugada del 15 de febrero de 2022, acabando con la vida de 21 de los 24 marineros a bordo. Tres años en los que las familias de los fallecidos no han parado de pedir que se conozca toda la verdad sobre lo ocurrido.
A escasos días de que el próximo sábado se conmemore el tercer aniversario de esta tragedia, los familiares esperan ahora que sea este por fin el dichoso año en el que se termine la instrucción del caso, que está llevando a cabo el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, y se abra el juicio oral.
Tienen todas las esperanzas puestas en ello, debido a que el pasado verano, Moreno decidió prorrogar seis meses más la instrucción, extendiéndose así hasta el próximo mes de marzo, debido a que estaba pendiente la práctica de «diligencias esenciales para un mayor esclarecimiento de los hechos».
Entre ellas, un informe de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), que depende del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. A día de hoy, todavía no ha salido a luz dicho informe.
Precisamente a este estudio se ha referido la portavoz de los familiares de las víctimas, María José de Pazo. En declaraciones a Europa Press, ha subrayado que confía en que sea «congruente» con todos los informes que se conocen hasta la fecha, apuntando hacia el realizado por los peritos judiciales (precisamente dos investigadores de la Ciaim) tras la bajada al pecio.
Y es que cabe recordar que ese documento apuntaba hacia un «error humano» del capitán, Juan Padín, como «causa más probable» del hundimiento del barco. Además, daba por «verosímil» la versión del marinero superviviente Samuel Kwesi y veía «incongruencias» en la de Padín y su sobrino, Eduardo Rial (los otros dos supervivientes), indicando que «la causa más probable» de que se parase el motor sería la escora del barco, al contrario de lo que defendía Padín. Estas contradicciones fueron uno de los motivos principales por los que se inició la investigación judicial.
HUNDIMIENTO
Aquel martes, pasaban unos minutos de las 05.00 horas de la madruga en España cuando saltaron las alarmas, informando de que el buque estaba sufriendo problemas en las gélidas aguas del Atlántico Norte, una zona próxima al lugar donde se hundió también el mítico Titanic en el año 1912.
Según relataron las únicas tres personas que salvaron sus vidas, todo ocurrió muy rápido y en cuestión de 20 minutos el barco ya se había sumergido por completo, quedándose menos de diez marineros en un bote a la deriva durante cinco horas, hasta que fueron encontrados por otro pesquero gallego, el ‘Playa Menduiña 2’. Sin embargo, muchos de los que estaban en la balsa, que tenía una fuga y estaba inundada, no soportaron las bajas temperaturas y fallecieron antes de ser rescatados.
Solo el capitán del buque, Juan Padín; su sobrino, Eduardo Rial, y un marinero ghanés, Samuel Kwesi, lograron sobrevivir a la tragedia. Padín y Rial contaron que el motor del Pitanxo paró de forma repentina, quedando el barco a la deriva en medio de una fuerte tormenta, por lo que el mar acabó engulléndolo y con poco margen para que los 24 tripulantes pudiesen hacer algo para salvar sus vidas.
Sin embargo, Kwesi aseguró que el ‘Villa de Pitanxo’ había embarrado (enganchado las redes al fondo del mar), por lo que el capitán trató de hacer varias maniobras para solucionar este problema. Así, el barco comenzaría a escorarse al no ser capaz de soltarse, entrando agua hasta que el motor se paró, sin escuchar a los marineros que pedían que soltase las redes.
INDICIOS DE 21 HOMICIDIOS POR IMPRUDENCIA
De esta manera, el juez Ismael Moreno vio indicios de 21 delitos de homicidio por imprudencia, imputando a Padín por los mismos. Tras declarar ante el magistrado hace ya más de dos años, se le impuso la retirada del pasaporte y una medida cautelar que lo obliga a comparecer cada quince días en sede judicial y permanecer localizado.
A partir de ahí, los familiares de las víctimas han insistido en conocer «toda la verdad» del naufragio. Después de la declaración ante la Audiencia Nacional de Padín, otro gran hito de la investigación se produjo cuando finalmente fue aprobada la inspección ocular del pecio, por lo que en 2023 el buque ‘Ártabro’ viajó a Terranova para, con un robot, llevar a cabo una grabación exhaustiva de los restos del buque bajo el mar y sus inmediaciones.
En sus conclusiones tras bajar al pecio, los peritos apuntan hacia un «error humano» del capitán como «causa más probable» del hundimiento del barco. Los expertos también dudan de cómo se soltó la segunda balsa salvavidas del Pitanxo. Padín siempre defendió que, cuando dio la orden de abandonar el barco, fue él a ayudar a hinchar y arribar este bote, dejando encargado del mismo al primer oficial, para después ir a soltar la otra balsa, en la que se montó.
No obstante, los expertos dudan de si este salvavidas fue desenganchado de forma manual o si se soltó por sí solo del Pitanxo cuando el barco se hundió. Cabe recordar que ese bote fue hallado vacío y, según la investigación, se confirma que «no embarcó ningún tripulante» en él.
En la actualidad, la investigación también apunta hacia la armadora del barco, el Grupo Nores de Marín (Pontevedra), debido a las condiciones que tendrían los marineros a bordo. En concreto, dos hombres que formaron parte de la tripulación del Pitanxo en mareas anteriores aseguraron ante el juez que nunca realizaron simulacros de incendios ni de evacuación y que apenas tenían descansos.
Palabras similares dijo Kwesi en su día. Además, mensajes de WhatsApp de los fallecidos revelaban las malas condiciones en las que vivían, con varias personas contagiadas de covid trabajando en el barco. Esto pudo corroborarse debido a que siete de los nueve cadáveres encontrados (12 cuerpos nunca aparecieron) tenían restos de este virus.
HOMENAJE
Ahora, tres años después de la tragedia, el próximo sábado, día 15, el municipio de Marín (Pontevedra) acogerá un homenaje a los 21 fallecidos del ‘Villa de Pitanxo’. Será a las 12.00 horas junto a la placa colocada en recuerdo a los marineros, mientras que a las 13.00 horas habría una misa solemne en la iglesia de Santa María do Porto.
Al acto acudirán familiares de Ghana y de Perú, según ha dicho María José de Pazo, asegurando que será «muy emotivo» e indicando que también tendrán unas palabras para otros fallecidos en el mar, como los marineros del ‘Argos Georgia’, que se hundió el verano pasado.