El Puerto de Vigo ha anunciado este miércoles su compromiso de ser sumidero de CO2 en 2030, una decisión que hará oficial en diciembre con motivo de la celebración de una nueva edición de la Conferencia ‘Our Ocean’ que, en esta ocasión, tendrá lugar en Palau, nación insular situada en el Pacífico. Este evento está organizado por la Unión Europea como parte de su política marítima y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En ella se busca dar respuesta a los desafíos medioambientales y de conservación de los océanos.
Así, la Autoridad Portuaria de Vigo, dentro de su estrategia de Crecimiento Azul, apostará por absorber más CO2 del que emite a diez años vista, con lo que aspira a convertirse en un agente activo en la lucha contra el cambio climático y a marcar el camino a seguir en la defensa del medioambiente a otras instituciones y organismos a escala internacional.
En su deseo de convertirse en un Puerto Verde, Vigo ya había hecho público en la última edición de esta conferencia, celebrada en Malta en octubre de 2017, su compromiso de reducir un 30% sus emisiones (CO2, SOX, NOX) y de alcanzar una autosuficiencia energética del 3%. Para lograrlo, se propuso adoptar medidas que fomentaran el uso de gas natural licuado y aplicar acciones innovadoras relativas a la absorción de CO2 por parte de las algas. También apoyó la aplicación del pleno autoabastecimiento con energías limpias para el Parque Nacional das Illas Atlánticas como proyecto piloto y realizó actividades para la sensibilización y formación de al menos 1.000 usuarios del Puerto de Vigo (incluidas todas las actividades) acerca de la necesidad de una energía limpia y azul.
Tres años después de que el comisario Karmenu Vella hiciera oficial el compromiso del Puerto de Vigo ante cientos de mandatarios mundiales, se puede decir que está a punto de lograr su objetivo. Y eso que, aunque su compromiso energético había fijado como horizonte el año 2022, ya ha logrado reducir en un 26% sus emisiones en términos totales (es decir, las emisiones tanto de la propia APV como de las empresas que forman parte de su comunidad portuaria). Un porcentaje que se eleva hasta el 30% si se tienen en cuenta las emisiones respecto al movimiento total de mercancías -esto es debido a que la huella de carbono total del puerto se redujo y han aumentado los tráficos en más de un 6 %-.
Esta cifra, recogida en un informe de seguimiento del compromiso con fecha de diciembre de 2019, da prácticamente por cumplido el objetivo portuario. No obstante, el organismo que preside Enrique López Veiga confía en que, con la instalación de los paneles solares en el edificio de la lonja, se daría por cumplido totalmente su compromiso inicial: la reducción del 30% de sus emisiones totales y la autosuficiencia energética del 3%.