El “megapuerto” de A Coruña todavía no sirve para proteger a los barcos que buscan refugio, como quedo demostrado hace unos días, pero sigue sumando inversiones y supera ya los 700 millones de euros. Este lunes, la ministra de Fomento, Ana Pastor, acudió a visitar las obras de la nueva autovía de Acceso al Puerto Exterior de A Coruña (AC-15).
“La apertura de esta nueva autovía permitirá un acceso directo de alta capacidad al nuevo Puerto Exterior de A Coruña y también la conexión del Puerto Exterior con el Puerto Interior. El presupuesto de inversión de las obras asciende a 68,6 millones de euros, cantidad que sumada al coste de redacción de proyecto, al importe estimado de las expropiaciones y a la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra arroja una inversión total 80,4 millones de euros”, afirma Fomento en un comunicado.
Las obras, que cuentan con financiación de Fondos Feder de la Unión Europea, han servido para construir un vial de más de 5 kilómetros con dos calzadas de dos carriles cada una y tres viaductos, además de un túnel, seis pasos elevados y ocho inferiores.
En el caso del acceso ferroviario, la ministra presidió el consejo de administración que aprobó la licitación del proyecto, cuyo coste de redacción se eleva a 2,3 millones de euros, aunque se ha solicitado una ayuda a la Unión Europea por la mitad del importe. La inversión total en esta obra será de 132 millones, 27 millones más que la primera opción de Fomento.
Mientras se aprueban dichos gastos, el puerto exterior de A Coruña sigue inoperativo y está muy lejos de convertirse en el lugar de refugio con el que fue ideado en el año 2004 por el expresidente José María Aznar. Ya en 2013, la armadora Dockwise descartó Langosteira, donde tuvo problemas con la carga, y eligió la Ría de Vigo por seguridad, consciente de que no existía mejor lugar para evitar que se repitiesen los incidentes con el embarque del portaaeronaves «Adelaide» con destino a Australia.
Y cada temporal que cruza la costa gallega confirma la opinión de los técnicos que alertaron en su día de que no era viable un puerto en aquella zona. Hace tan solo diez días, con el paso de una borrasca, el fondeadero natural de las Illas Cíes recibió a 14 barcos que decidieron refugiarse del viento y del mar. Mientras, a 150 kilómetros al norte, ni un solo buque entró en Langosteira.
Vía https://t.co/TBpesoVfrq pódese ver a opinión que os capitáns dos barcos teñen de #Langosteira como porto refuxio pic.twitter.com/LVb72zOCP6
— Cándido P Betanzos (@candidobetanzos) febrero 9, 2016
Todavía más evidente fue lo ocurrido con el petrolero “Huseyn Javid», buque cisterna de 93 metros de eslora y 14 de manga, que entró el 8 de febrero pasado en la Ría de Corcubión acompañado por el remolcador de Salvamento Marítimo «Don Inda» tras sufrir problemas en su máquina. Cargado con parafina quedó fondeado en Fisterra pese a tener muy cerca el Puerto Exterior de A Coruña.