La ría de Vigo vivió este sábado un día esplendoroso, tanto para su sector naval como para los ojos de sus ciudadanos. La goleta «Sea Cloud Spirit», el velero clásico construido en Marín y Vigo tras 16 años de vicisitudes, se hizo a la mar definitivamente para iniciar sus cruceros de lujo por el Mediterráneo. El barco hizo el recorrido entre Teis y la boca sur en dos horas y acompañado por decenas de barcos que quisieron darle la gran despedida que merecía.
El día apuntaba a nublado, o al menos así lo indicaban las previsiones, pero el sol quiso que la joya de los mares del naval vigués luciera bajo un día radiante. Con puntualidad alemana, para hacer honor a su armadora germana Sea Cloud Cruises, partió de los astilleros de Rodman Metalships a las 12:00 horas. Al superar el monte de A Guía una nube de embarcaciones de todos los tamaños estaban esperando.
El capitán Gerard Schöber cumplió su promesa y se aproximó todo lo que pudo a la ciudad para que los vigueses pudiesen admirar la belleza del tercer crucero clásico del propietario alemán. Con una velocidad que no pudo ser alcanzada por los barcos más pequeños, el nuevo buque izó una decena de velas, foques y cuchillas.
Desde A Guía, el Paseo de Alfonso y el monte de O Castro, los principales miradores de la ciudad, pero también desde Cabo de Mar, Samil, Toralla o Cabo Estai, se pudo observar su salida. Muchos de los afortunados espectadores no daban crédito a sus ojos ante tanta belleza y otros conocían por primera vez la existencia del barco y su construcción en la ciudad.
La botella de champán
Tras abandonar la ría de Vigo, el «Sea Cloud Spirit» puso rumbo a Palma de Mallorca, donde el 3 de septiembre se celebrará una ceremonia con la infanta Elena de Borbón como madrina. En ese acto se romperá una de las dos botellas de champán que el abogado de la armadora, Javier Arias-Camisón, llevó en peregrinación de casi 120 kilómetros hasta Santiago de Compostela para ser bendecidas. La otra botella se subastará con fines benéficos durante el viaje inaugural entre el pasaje.
Posteriormente, se dirigirá al puerto romano de Civitavecchia. En este desplazamiento desde las Islas Baleares hasta Italia, la empresa propietaria llevará a bordo a un selecto grupo de invitados. Ellos serán los privilegiados que estrenen la goleta antes de iniciar sus cruceros el día 14 de septiembre. En este primer gran viaje inaugural de 10 noches y precios de entre 6.700 y 12.000 euros por persona, tocará los puertos de Livorno, isla de Elba, OIbia (Cerdeña), Trapani y Palermo (Sicilia), Salerno, Nápoles y regreso a Roma.
Regreso a Vigo en 2021
Este crucero, que se destinará a viajes de lujo alrededor del mundo, tiene capacidad para 138 pasajeros y 90 tripulantes, contando con 69 camarotes, 25 de ellos con balcón privado, para pasajeros y 49 cabinas para la tripulación. Además, 40 de los tripulantes estarán dedicados también a la navegación a vela, una de las características que distingue este barco de cualquier otro crucero.
El barco realizará este verano sus cruceros por el Mediterráneo y hasta el próximo mes de octubre llevará a cabo cuatro travesías con base en Civitavecchia. En noviembre cambiará su posicionamiento y se traslada a las Islas Canarias, donde estará hasta primavera. Será entonces cuando cambien sus rutas al norte de Europa. Así, el 21 de mayo fondeará en las Illas Cíes, un día antes de amarrar en Vilagarcía de Arousa. De regreso al Mediterráneo tras el verano, parará el 4 de septiembre en A Coruña y al día siguiente hará noche de nuevo frente a las Cíes.
Historia plagada de obstáculos
La armadora alemana Sea Cloud Cruises estrenarán así su último y más preciado barco. Hasta este emotivo momento, el trayecto ha sido un camino plagado de obstáculos. Y es que la historia del «Sea Cloud» es larga, demasiado para lo que desearían sus constructores. Factoría Naval de Marín (Astilleros Nodosa Shipyard) logró el contrato en el año 2008 para la armadora alemana Hansa Treuhand Holding AG por un precio de 65 millones de euros. Pero la construcción del velero, con diseño del ingeniero naval Iñigo Echenique, se topó con todo tipo de problemas financieros. La crisis económica complicó el proyecto y Bankia, última propietaria, lo trasladó en 2015 al astillero vigués Rodman, que se hizo con el contrato para finalizar el buque.
Buque goleta de tres mástiles
Con 138 metros de eslora y 17,2 de manga, se trata de un buque goleta de tres mástiles capaz de desplegar una superficie de vela de 4.165 m2. Se respalda con un sistema de propulsión híbrido diésel-eléctrico que le permite alcanzar una velocidad de 14,2 nudos, cumpliendo así con los requisitos de emisiones y protección del medio ambiente.