La transición energética se ha convertido en una realidad innegable. Como ciudadanos, somos conscientes de la necesidad de reducir las emisiones nocivas para preservar nuestro planeta. En este contexto, la reciente cumbre sobre el clima en Dubai concluyó con un acuerdo histórico que marca el camino hacia un futuro sin dependencia de combustibles fósiles, abrazando las energías renovables. En este cambio hacia la descarbonización, el almacenamiento de energía juega un papel clave, y es aquí donde el hidrógeno verde emerge como una alternativa prometedora.
Actualmente, nos apoyamos en baterías para almacenar energía, pero estas son costosas, y generan un alto impacto ambiental tras su vida útil. Combinadas con litio y otras tierras raras, cuya disponibilidad es finita, las baterías presentan limitaciones como la capacidad de almacenar energía a largo plazo, el tiempo de recarga en vehículos eléctricos, su peso y la autonomía en movilidad.
Aquí es donde el hidrógeno toma relevancia. Si bien el hidrógeno no se encuentra libre en la naturaleza y es necesario separarlo, se presenta como una opción ecológica para transportar y almacenar la energía generada por fuentes renovables. Además, el hidrógeno utilizado en motores de combustión en lugar de hidrocarburos (gasolina, gasóleo, queroseno), ofrece una alternativa que no emite gases contaminantes a la atmósfera.
Aunque el hidrógeno puro escasea en nuestro planeta, forma parte del agua (H2O) y otros compuestos. La obtención de hidrógeno puro implica romper la molécula de agua, existen diversas formas de lograrlo:
- Hidrógeno Gris: Proveniente del reformado del gas natural con vapor…
- Hidrógeno Rosa: Donde la electricidad que alimenta el electrolizador (equipo que escinde la molécula de agua en sus constituyentes; hidrógeno y oxígeno) proviene de la energía nuclear.
- Hidrógeno Azul: Obtenido a partir del reformado del gas natural con un proceso de captura de CO2.
- Hidrógeno Verde o renovable: Producido a partir de fuentes de energía renovable, electrolizador y agua
El hidrógeno verde, obtenido de fuentes renovables, es el enfoque más sostenible y está ganando impulso en países comprometidos con las energías verdes, como Chile, Italia, Marruecos, Argelia o España.
España, con el mayor número de horas de sol en Europa y su posición estratégica entre el norte de África y Europa, se destaca en esta revolución energética. Proyectos como H2Med, un corredor que llevará el hidrógeno verde de España y el norte de África al resto de la Unión Europea, demuestran el compromiso con esa transición hacia energías más limpias.
Proyecto Hydeal
El Proyecto Hydeal es otro ejemplo, donde industrias pesadas trabajan en su reconversión para crear polos industriales sin emisiones. Pero, ¿estamos preparados para producir hidrógeno verde? Para Santiago Biosca, director general de H2 to Market, “lo prioritario es tener a quién vender ese hidrógeno. Podemos tener el agua, podemos tener esa energía renovable pero sobre todo tenemos que tener dónde colocar ese hidrógeno verde, consumidores llamados en el sector offtakers”. Además, subraya la necesidad de invertir en infraestructuras para aprovechar todo su potencial.
«Ventajas a medio y largo plazo»
Santiago Biosca, un experto consumado en este campo, ejerce como director general de H2 to Market, una empresa con más de 20 años en el sector, especializada en el sector energético con énfasis en el hidrógeno renovable. Así, su especialización abarca desde el asesoramiento integral a clientes a lo largo de la cadena de valor hasta el diseño y la tramitación de proyectos en el sector del hidrógeno renovable.
A pesar de que el hidrógeno verde es actualmente más caro que el hidrógeno gris, desarrollar la tecnología existente hacia niveles de madurez más altos, avanzar en la curva de aprendizaje y progresar en la escalabilidad de los proyectos, promete reducir su precio. “Invertir en este sector puede parecer costoso ahora, pero las empresas que lideren la descarbonización obtendrán ventajas competitivas en el medio y largo plazo”, sostiene Santiago Biosca. De hecho, empresas como Airbus trabajan en motores de pila de hidrógeno para sus aeronaves, unos motores que tienen prevista su implantación en menos de una década.
El hidrógeno verde se presenta como una solución versátil para diversas industrias, desde refinerías hasta fertilizantes, transporte y más. En la búsqueda de un futuro sostenible, el hidrógeno verde se alza como un aliado clave en nuestra transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente.