Las calles de Vigo vivieron este martes, 28 de septiembre, una jornada de bullicio como no se recordaba desde antes de la pandemia. Los cruceros «Iona» y «Marella» amarraron en el Muelle de Trasatlánticos en la primera doble escala desde que se declaró la mayor crisis sanitaria que conocemos. Así, la ciudad recibió a unos 4.000 pasajeros -en su mayoría británicos- y 2.200 tripulantes a bordo de los dos barcos que tocaban por primera vez el puerto vigués. En el caso de que hubiesen llegado a tope de su capacidad serían 7.000 pasajeros y 2.600 tripulantes.
A las 6 en punto de la madrugada, tal y como estaba previsto en su hoja de ruta, entraba en la ría de Vigo el «Iona», el descomunal crucero de la P&O que realiza su primer viaje internacional. Procedente de Southampton, el gigantesco barco de 344 metros de eslora y 54 de manga amarró en la ciudad tan solo unos minutos antes de que lo hiciese el «Marella Explorer II». Ambos tocan Vigo por primera vez, aunque el segundo de ellos ya lo había hecho anteriormente con otros dos nombres, como «Celebrity Century» y «Skysea Golden Era».
Además, una hora después, sobre las 8 de la mañana, llegaba el megayate «Al Lusail», de 123 metros de eslora por 23 de manga. Su puerto de origen es Gibraltar y tiene previsto fondear en el interior de la ría hasta el próximo jueves, cuando salga de nuevo en dirección a Hamburgo.
La jornada de «normalidad» en la bahía viguesa se cerró a las seis de la tarde cuando de forma escalonada los dos megracruceros abandonaron la ría. En su salida de los muelles fueron acompañados por los chorros de agua de dos remolcadores, mientras en tierra hubo música y baile tradicionales. Antes, a mediodía, las autoridades procedieron al clásico intercambio de metopas que se realiza cuando un barco toca por primera vez un puerto.
La Autoridad Portuaria definió la jornada como un «momento importante para el tráfico de cruceros en Galicia y, probablemente, uno de los días de referencia en el sector de cruceros en general». Destacaron así desde la institución portuaria el regreso a la actividad internacional de la compañía P&O Cruises, gran referente del turismo británico de cruceros.
El gran protagonista del día fue, sin ninguna duda, el «Iona» por sus enormes características. Con 17 cubiertas y capacidad para 5.200 pasajeros, incorpora como novedad el “SkyDome” de dos cubiertas, un techo de cúpula de cristal que aporta luz natural y vistas del cielo y el mar. A las 6 partió en dirección a Gibraltar y visitará posteriormente los puertos españoles de Málaga, Alicante, Barcelona, Valencia y Cádiz, así como la capital de Portugal, Lisboa. El nuevo barco de la P&O desplaza 184.000 TRB y cuenta con 1.762 tripulantes. Fue construido en el astillero Meyer, en Papenburg (Alemania), con un coste de 950 millones de dólares.
Por la ciudad ya han pasado en los últimos años grandes gigantes como el «Harmony of the Seas» (360 metros de eslora y 65,7 de manga) en junio de 2016 y el «Oasis of the Seas» ( 362 por 64) en octubre de 2014, ambos de la Royal Caribbean. También el «Britannia» (329 por 45) en abril de 2016, de la P&O.
En cuanto al «Marella Explorer II», se trata de un crucero de 71.545 GT, 246 metros de eslora y 32 metros de manga, con capacidad para, aproximadamente, 1.900 pasajeros y 850 tripulantes, que partió a las 18:00 horas con destino a Cádiz.
Vigo forma parte del itinerario de 12 días “Sailway to Spain”, con origen en Newcastle (Reino Unido) y con destino final Málaga, que incluye escalas en otros puertos españoles como Bilbao, Almería y Cartagena. Previamente ya ha hecho escala en Vigo en dos ocasiones su hermano «Marella Explorer», de características similares, los días 13 y 25 de septiembre.