Es fácil encontrar estos días a un grupo de marineros extranjeros por el Casco Vello participando animadamente de la vida social viguesa. No son pescadores ni marinos mercantes, se trata de tripulantes del barco con más arte que se puede ver en los muelles vigueses. El «Roald Amundsen», bergantín alemán con base en Eckerenforde, ciudad situada a pocos kilómetros de Kiel, llegó a la ciudad en época de borrascas y aquí disfruta ahora del sol.
Se trata del barco tripulado por estudiantes y graduados que han elegido completar su formación con una travesía diferente. Ebanistas, carpinteros, electricistas o canteros conviven durante meses en lo más parecido a una EMAO (Escola Municipal de Artes e Oficios de Vigo) flotante.
Aquí estarán todavía una semana más, hasta el día 25 de noviembre, cuando partirán rumbo a Setúbal. Luego Tenerife, para dar el salto al charco hasta la Martinica, y recorrer St. Martin, Bermudas y regreso a Europa. Eso ya será en febrero, con paradas en Cherburgo y Amsterdam antes de acabar en Emden.
Capacidad para 48 personas
El buque, bautizado en honor al famoso explorador que dirigió la expedición a la Antártida y por primera vez alcanzó el Polo Sur, se encuentra amarrado en el extremo del Muelle de Trasatlánticos. Habitual ya en la ría de Vigo, con capacidad total para 48 personas, un tercio de ellas tripulantes y el resto aprendices, se trata de un buque escuela muy peculiar.
Con una eslora de 50 metros y una manga de 7, está gestionado por la fundación sin ánimo de lucro Aprender a Vivir en Barcos a Vela.
Construido como lugre en 1952
El barco fue construido en 1952 en el astillero alemán de Roblauer Werft, en el río Elba, para dedicarlo como lugre a la pesca de altura, pero finalmente finalmente acabó convertido en buque tanque y de suministro .Posteriormente, realizó tareas de aguador hasta que en 1988 sirvió como vivienda durante algunos años. En la década de los 90 fue subastado y adquirido por la fundación para servir de buque escuela de vela.
En este viaje hasta Vigo llegaron con aprendices que han pagado entre 745 y 875 euros. A bordo se participa en todas las tareas del barco y también se aprende, de mano de los artesanos, a navegar a vela. Se puede encontrar más información sobre los viajes en su página web.