El derribo ha comenzado seis meses después del accidente y sin que exista todavía un proyecto para su reconstrucción. Tampoco están definidos aún los usos, ya que la Cofradía considera que la distribución de los espacios ha quedado obsoleta con el paso del tiempo y habría que redefinirlos.
La intención de la Xunta de Galicia es elaborar el proyecto de reconstrucción y modernización del inmueble a lo largo de 2019 para dotar la obra de fondos en los presupuestos autonómicos de 2020.