El pantalán de la cultura marítima ya está la vista de todos los vigueses. Acercar el mar y eliminar las barreras que desde hace años alejan la ría de los ciudadanos es una deuda histórica. La Autoridad Portuaria de Vigo tiene como uno de sus objetivos acabar con este problema y en las última semanas ha dado pasos decisivos. Pretende además canalizar esa metra a través de la cultura.
«Logramos de esta manera un objetivo doble: por un lado, fomentar la sostenibilidad y biodiversidad al utilizar infraestructuras verdes que favorecen la fijación de la flora y fauna marinas y, por otro, poner en valor el patrimonio marítimo local», aseguran desde la Praza da Estrela.
Pantalán de la cultura, en marcha
Así, ya están en marcha los trabajos para crear una dársena histórica-cultural en la que dar cabida a algunos de los buques insignia del Puerto de Vigo. Es el caso de barcos que forman parte de la historia de la ciudad, como el “Hidria” o el “Rías Bajas”.
La nueva infraestructura, con varios pantalanes de mayores dimensiones frente A Laxe, permitirá reubicar los servicios portuarios. Así, está previsto cambiar de lugar a prácticos y amarradores, junto a los remolcadores. Eso permitirá reunir en la misma zona los barcos históricos y el visor submarino «Nautilus» que tan buena respuesta ha tenido por parte de la ciudadanía.
Buque farero «Rías Bajas«
Con 25,42 metros de eslora total y 6 de manga, el “Rías Bajas” ha sido modificado en varias ocasiones a lo largo de sus 54 años de vida. Desplaza 123,52 toneladas de registro bruto (TRG) y desarrolla una velocidad punta de 9 nudos.
El «Rías Bajas» fue construido en el año 1967 por los astilleros Construcciones Navales Yarza, posteriormente Ascón y hoy en día Rodman Polyships. La junta de obras del Puerto de Vigo necesitaba sustituir a su viejo barco farero de madera, el «Ramiro Pascual», y por ello encargó el diseño de esta nueva embarcación de acero.
Por desgracia, el «Ramiro Pascual», construido en 1933 y que había dado servicio durante décadas a los faros de Cíes y Ons, acabó siendo desguazado, con lo que se perdió parte de la historia portuaria de la ciudad.
«Hidria Segundo»
El «Hidria Segundo» fue construido en el astillero ya desaparecido José Roberto e hijos (Teis) entre los años 1963 y 1966, cuya finalidad inicial era la de servir de aljibe para la empresa Aljibes de Vigo para suministrar agua de manantial a mercantes, transatlánticos y pesqueros en la Ría de Vigo. El manantial estaba situado en la “Canteira de Meira” y la empresa tenía un muelle propio en las inmediaciones, donde el barco atracaba y cargaba hasta 240 toneladas.
La maquinaria de vapor la heredó de su antecesor el «Hidria», que comenzó a trabajar para la misma empresa en 1922 y se hundió en el mar en el puerto de Vigo en 1959, tras lo cual fue reflotado y desguazado, conservándose la maquinaria de vapor para ser instalada posteriormente en el nuevo barco, bautizado «Hidria Segundo». La empresa quebró en 1994 y dejó abandonados en el puerto de Vigo a sus dos últimos barcos, el «Roberto» y el «Hidria Segundo».
En 1997 se hundió en el Puerto de Vigo y fue llevado al desguace de Punta Lagoa donde el 6 de junio de ese mismo año, Jacobo y Sesé lo compraron para convertirlo en buque museo a vapor. Tiene una máquina de triple expansión alternativa de alrededor de 1910 que había heredado de su antecesor, el «Hidria», y también en buque de pasajeros.