La preocupación por la sostenibilidad y el cuidado del medio marino ha llevado a los armadores de Orpagu a diseñar dos dispositivos especiales destinados a salvar la vida de las tortugas capturadas de forma accidental en la maniobra de izado a bordo. Esta iniciativa de los palangreros de A Guarda, pionera en España, surgió a raíz de un curso impartido en 2018 por la organización medioambientalista catalana Submon destinado a paliar los efectos de estas capturas no buscadas.
En ese taller, Mariluz Parga, veterinaria con un Master en Conservación de Animales Silvestres de la ONG Submon, enseñó primeros auxilios y técnicas apropiadas para la extracción de anzuelos y liberación posterior de las tortugas y explicó que el momento más peligroso era el del izado por su brusquedad. Esto hizo pensar a los armadores guardeses y, tras informarse de iniciativas que están tomando otras flotas como la norteamericana que pesca en los bancos
de Terranova, decidieron diseñar sus propios “salvatortugas”, adaptados a las particularidades de un barco de palangre y a los diferentes tamaños de este animal que se suelen encontrar en los lances de pesca. De esta forma, y con la ayuda de el herrero de A Guarda, trabajaron varios meses en el diseño de prototipos diferentes que fueron perfeccionando a medida que tomaban forma en el taller.
Tras varias pruebas, finalmente fueron dos los dispositivos elegidos. Los motivos de la elección son varios: apenas ocupan lugar, pueden ser izados sin problema por la grúa del barco y pueden alzar con seguridad tortugas medianas y ejemplares de más de 125 kilos. Confeccionadas en acero inoxidable y con redes de los propios barcos, los “salvatortugas” de Orpagu ya están registrados y patentados y, antes de que acabe este año, todos los barcos de la asociación contarán con sus dos dispositivos a bordo.
De esta forma, la supervivencia de las tortugas marinas capturadas por esta flota está prácticamente garantizada, ya que la mayoría de ellas tienen los anzuelos clavados en lugares donde la extracción es factible. De hecho, los armadores de A Guarda ya saben cómo manejar a estos reptiles, cómo calmarles y ofrecerles los cuidados necesarios antes de liberarlos al mar.
Para el herrero de A Guarda, César Cadilla, el encargo de Orpagu fue todo un reto y una forma de poner su granito de arena a favor de la sostenibilidad de los océanos. Durante varias semanas, trabajó mano a mano con Orlando Ameal, Juan Carlos Cadilla, Joaquín Cadilla, José Mauri, Pablo Rodríguez y Jesús Manuel Pérez, todos ellos armadores y pescadores que creen firmemente en que el sector debe poner todo de su parte para garantizar la supervivencia del medio que tanto les da.