La nave de Rodman MetalShips esconde bajo una de sus gradas de Teis a un coloso de Groenlandia: el «Ocean Nova». Desde el pasado 25 de marzo se encuentra en el astillero vigués uno de los colosos de los mares del Ártico. El buque, especializado en el transporte de pasajeros y viajes de crucero por el Polo Norte, ha varado para llevar a cabo reparaciones.
Según informa Rodman a VIGOÉ, el barco está obligado a pasar una revisión especial tras cumplir sus 20 años. De esta forma, tiene que ser sometido a una profunda inspección en la que será sometido a numerosas pruebas. Por ello, han escogido la empresa viguesa para la puesta a punto.
Caída de eje, huelgos del timón, calibración de cadenas, renovación de esquema de pintura, medición de espesores y válvulas, además de otros aspectos menores, serán revisados en el astillero. Todo esto como trabajos comunes para esta inspección especial que debe asumir por sus dos décadas de existencia.
A mayores, el astillero explica que llevará a cabo un desmontaje completo de la grúa del barco y de los dos molinetes de anclas.
Con 73 metros de eslora, 11 de manga y 3,7 de calado, el «Ocean Nova» tiene previsto finalizar sus trabajos el próximo fin de semana. Tras dos años de recalada en Santa Cruz de Tenerife por el parón provocado por la pandemia, el barco pertenece a la compañía Artic Umiaq Line, con sede en Nuuk (Groenlandia).
Fue construido en Frederikshavn (Dinamarca) y en 2006 acabó en manos de la sociedad Nova Cruising Ltd, pero cuatro años antes se modificó su eslora en el astillero Remontowa (Polonia). Está dedicado a cruceros por el Ártico y el Antártico, pero en sus primeros años de existencia sirvió como buque de línea regular en Groenlandia con el nombre de “Sarpik Ittuk”.