El velero más grande del mundo ya está aquí. A las nueve de la mañana, el descomunal «Sailing Yacth A» enfilaba la boca sur de la Ría de Vigo para entrar por primera vez en la ciudad. Con sus 142,8 metros de eslora y 23 de manga, es complicado encontrar un muelle que le dé acogida. Desde los prácticos del Puerto de Vigo informaron a VIGOÉ de que en principio el barco se quedará fondeado frente a la Estación Marítima y no está previsto que amarre.
Fuentes portuarias señalaron que está resguardándose del mal tiempo y que permanecerá fondeado durante unos tres días. Consignado por Davila, se trata de uno de los mayores yates de vela jamás construidos. Se entregó a su propietario el 4 de mayo de 2017 por el equipo de proyecto liderado por Dirk Kloosterman, que había completado sus últimas pruebas de mar en el astillero de Navantia en Cartagena y en Gibraltar.
Fue construido en Kiel (Alemania) por Nobiskrug para el empresario ruso Andrey Melnichenko y dispone de un aparejo de tres mástiles. El diseño exterior es una colaboración entre Doelker + Voges y Philippe Starck, mientras su interiorismo es obra de Philippe Starck. También tiene mástiles giratorios de fibra de carbono autoportantes.
El casco tiene un puesto de observación bajo el agua, con un cristal de 30 cm de grosor. Sus mástiles rozan los 100 metros de altura y son capaces de soportar 3.700 metros cuadrados de superficie vélica. La ciudad de Vigo se ha convertido en los últimos años en recalada habitual de grandes megayates que buscan refugio o asistencia. La dársena de Bouzas, y en especial el puerto de Marina Davila, acogen con frecuencia yates de enormes esloras gracias a su ubicación ideal y a los servicios que ofrecen.