El futuro de Vigo y la pesca gallega está en juego desde este domingo en el Consejo de Ministros de la Unión Europea que se celebra en Bruselas. Las cuotas de merluza serán el principal campo de batalla que deberá defender el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, después de la buena noticia recibida sobre el acuerdo con Noruega por el bacalao.
Planas indicó en su comparecencia ante la prensa que ya han finalizado las negociaciones pesqueras entre la UE y Noruega y calificó el resultado de «buena noticia». «La UE ha conseguido 10.250 toneladas en el bacalao del Ártico, de las que más la mitad, 5.300, corresponden a España«, y en particular beneficiarán a los pescadores del País Vasco y Galicia.
Gran parte de la flota gallega que pesca bacalao opera desde Vigo y el ministro consideró que el acuerdo con el país nórdica demuestra que una negociación, «bien llevada», puede conducir a un «buen resultado».
Cuota de merluza
Las prioridades de España, según expuso el ministro, serán las cuotas de la merluza sur y la defensa de los intereses de los buques españoles en el Mediterráneo. Luis Planas declaró a su llegada a la reunión que el Consejo se prevé «largo y complicado (…) teniendo en cuenta los intereses en juego». Para España, «primera flota pesquera de la UE, con aproximadamente 9.000 buques» la negociación que tendrá lugar los próximos días es «clave» porque afecta «prácticamente a la totalidad de la flota, salvo la que se sitúa en caladeros terceros y otras zonas, océanos y mares del mundo», señaló Planas.
Los dos principios en los que se basará la posición de España serán, en primer lugar, que «hace falta progresar en el conocimiento científico para saber exactamente de qué ‘stocks’ se dispone», precisó Planas, que adelantó que el próximo enero llevará al Consejo de ministros un proyecto de ley de pesca sostenible e investigación pesquera. En segundo lugar, añadió, «tiene que haber un equilibrio entre la disponibilidad de recursos biológicos y la sostenibilidad empresarial, económica y social de nuestros armadores y pescadores».
Tac y cuotas en el Atlántico
Sobre el reparto de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas en el Atlántico para 2022, el ministro explicó que «el interés prioritario es la merluza sur», dado que España cuenta con 1.200 buques que se dedican a su captura, que es «muy importante desde el punto de vista económico y de consumo a nivel nacional». Para estas poblaciones en aguas ibéricas, Bruselas ha propuesto un recorte de las capturas del 18,5 %, hasta las 6.787 toneladas. Por otra parte, el ministro indicó que España peleará también por las cuotas de lenguado y cigala.
Plan para el Mediterráneo
Planas dijo que España no está «en absoluto de acuerdo con la propuesta que hizo la Comisión» para el Mediterráneo. Es el tercer año en el que se aplica el reglamento y tanto en el primero como en el segundo ha habido ya reducciones de los días de esfuerzos pesqueros y España propuso y llevó a cabo «nuevas vedas en zonas no previstas y medidas técnicas», recordó.
Ahora «la CE ha propuesto no solo una reducción del 7,5 % sino además un TAC para gamba roja y una reducción en el palangre, para España esto es inaceptable», afirmó. Aunque España comparte el objetivo de la sostenibilidad «no podemos aceptar una tercera reducción que podría afectar muy seriamente a la estabilidad empresarial y a la continuidad de buena parte de nuestra flota», añadió.
Recursos compartidos con Reino Unido
En el Consejo se hablará también de las negociaciones entre la UE y el Reino Unido sobre las reservas compartidas, con vistas al próximo año. El comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, confirmó hoy al ministro en una reunión que esos contactos «prosiguen» y que hay aún bloqueo en algunos ‘stocks’ que interesan a España.
Planas, por su parte, pidió a Bruselas «firmeza en la defensa de nuestros intereses». Aunque en el acuerdo con Reino Unido se aseguró a los buques europeos «un magnífico resultado (…) en acceso a las aguas», Londres «pretende ir más allá» de la recomendaciones científicas y «reducir las capturas de los barcos comunitarios, entre ellos de España. No creemos que (…) sea aceptable», añadió.